Las secuelas provocadas por quemaduras pueden causar un gran impacto en la calidad de vida del paciente quemado, con una afectación tanto estética como funcional. La utilización de la dermis artificial junto con una rehabilitación precoz y cuidados de Enfermería puede ayudar al tratamiento de estas complicaciones. El objetivo del presente trabajo es documentar un caso clínico de una quemadura profunda. El uso de dermis artificial es una alternativa que permite obtener un mejor resultado estético y funcional logrando una regeneración adecuada de la neodermis, pudiendo llevar a cabo posteriormente una cobertura con injerto de piel; de este modo se evitan procedimientos más complejos y la aparición de complicaciones en la cicatrización. En este caso, el desarrollo de una valoración continua junto con la aplicación de un plan de cuidados integral por parte de Enfermería ha permitido abordar las distintas necesidades del sujeto dándoles una respuesta oportuna y colaborando en la obtención de un resultado positivo tras un proceso de estas características.