Transformación digital e innovación en salud mental. Hacia un cambio de paradigma en los cuidados

Sección: Editorial

Cómo citar este artículo

Llorente-Alonso M. Transformación digital e innovación en salud mental. Hacia un cambio de paradigma en los cuidados. Metas Enferm dic 2023/ene 2024; 26(10):3-6. Doi: https://doi.org/10.35667/MetasEnf.2023.26.1003082188

Autores

Marta Llorente-Alonso

Especialista en Salud Mental. Centro de Salud Mental. Complejo Hospitalario de Soria. Profesora del Grado en Enfermería en la Universidad de Valladolid. Facultad de Ciencias de la Salud. Campus de Soria. Profesora tutora del Grado en Psicología, Centro Asociado de Soria (UNED). Soria (España).

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Titulo:

Transformación digital e innovación en salud mental. Hacia un cambio de paradigma en los cuidados

Durante la última década, la transformación digital en ámbitos de la salud ha disparado su avance. A consecuencia de la pandemia de COVID-19, y teniendo en cuenta la necesidad de globalizar los cuidados, las organizaciones sanitarias han comenzado a manifestar su interés en la tecnología. Por ejemplo, Sikandar et al. (1) expusieron la tendencia creciente en el uso de las redes sociales, el análisis de Big Data y la inteligencia artificial en la industria de la salud para mejorar los cuidados de salud. No obstante, también sugieren que, a pesar de los avances tecnológicos y la presión social existente para incorporarlos a la práctica clínica diaria, “la innovación digital en el sector de la salud sigue siendo limitada y lenta, principalmente debido a la brecha digital”.

En esta inmersión tecnológica global que estamos viviendo, desde la profesión enfermera nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Qué puede ofrecernos la transformación digital de la atención sanitaria? Para poder dar respuesta a esta cuestión, debemos hacer referencia a la utilidad práctica y al potencial beneficio de la tecnología. A este respecto, se prevé que el uso de medios tecnológicos ofrezca a los pacientes mayor acceso a la información y los servicios y, por tanto, mayor cercanía a sus profesionales de referencia. Además, hay que tener en cuenta que los enfoques de salud que utilizan la e-health o m-health pueden suponer un revulsivo, además de un apoyo a la atención directa y presencial. Hay que promover que estos cuidados de salud prestados a través de internet sean impulsados sin detrimento de los presenciales, ajustando la necesidad a la idiosincrasia de cada persona, y valorando el riesgo-beneficio que conllevan los mismos.

Por lo tanto, habiendo subrayado la importancia de la transformación digital en la salud, ¿conocemos la situación de España en cuanto a la investigación en el campo de la tecnología digital en la atención sanitaria? Sidankar et al. (1) subrayan que la mayoría de la investigación centrada en tecnologías digitales en el ámbito de la salud, así como en la implementación de estas, se ha llevado a cabo en países desarrollados. Reino Unido, Estados Unidos y Australia son las naciones que más potencian estas investigaciones. Hay que destacar que España no se sitúa entre los 15 países más avanzados en las tecnologías digitales. Este hecho muestra la necesidad de marcarnos objetivos en transformación digital para poder lograr un desarrollo acorde con la tendencia actual.
La salud mental electrónica o e-mental health también se encuentra en pleno auge. El uso de aplicaciones móviles e internet en el ámbito de la salud mental está cada vez más reconocido, y según algunos autores representa un cambio cultural en la atención psiquiátrica (2). Este cambio en la forma de atender a los pacientes permite a los enfermeros empoderarlos, para que ejerzan más control de su proceso de enfermedad. En este sentido, diferentes publicaciones académicas han mostrado que las personas con enfermedad mental están dispuestas a incorporar la tecnología en su tratamiento, refiriendo además un mayor control y mejor seguimiento del mismo (3). En relación con el uso de medios digitales, es relevante conocer que, según una encuesta que realizó el Instituto Nacional de Estadística en noviembre de 2022, casi la totalidad de las personas de 16 a 74 años (un 94,5%) ha utilizado internet en los tres últimos meses previos a la misma (4).

Por otro lado, la enfermera especialista en salud mental ejerce un importante papel para que los pacientes psiquiátricos asuman un rol activo en sus cuidados, evitar que caigan en la apatía y promover actividades en las que se sientan implicados y empoderados. En este sentido, tenemos en nuestras manos la capacidad de desarrollar nuestras competencias, mediante la innovación y la investigación, de forma que podamos dar respuesta a las necesidades de autogestión de la salud de nuestros pacientes. Debemos buscar recursos tecnológicos que nos faciliten el trabajo diario, una mejor gestión de las actividades propias de nuestra profesión, y la capacidad de otorgar a la persona un mayor poder para el manejo de sus cuidados.

La práctica profesional de Enfermería ha ido evolucionando y generando sistemáticamente un cuerpo de conocimientos propios. Los modelos y las teorías que a lo largo del tiempo se van desarrollando, derivados de la práctica y la investigación enfermera, constituyen los principales elementos del paradigma enfermero que predomina en este momento. El progreso de la disciplina enfermera tiene lugar cuando los resultados que se obtienen en la investigación no pueden explicarse enmarcándolos en un paradigma concreto. Así, se produce una “crisis” que culmina en una revolución científica o un cambio de paradigma.

En el momento actual, la disciplina enfermera se enmarca mayoritariamente en la corriente de pensamiento conocida como Paradigma de la Transformación. En este contexto, la persona es entendida como un todo indivisible. Los cuidados se distribuyen según sus prioridades, otorgándole la capacidad de participar en ellos, con una conexión directa con el entorno. Hablamos de que la persona se encuentra influenciada por el ambiente social, pero también por la cultura (5). Hay que destacar que la disciplina enfermera está enfocada al paradigma de la transformación en el ámbito académico. No obstante, aún perduran otros paradigmas en la práctica clínica, como es el paradigma de la categorización, más encaminado a la enfermedad que a la persona (5). Por lo tanto, se sugiere que varios paradigmas pueden coexistir en función del ámbito en el que nos encontremos. Por su parte, Olivé Ferrer e Isla Pera (6) han argumentado la necesidad de adecuar los cuidados y, por lo tanto, la docencia y la investigación, al paradigma que pueda dar respuestas adecuadas a los procesos de salud/enfermedad. En este sentido, la revolución digital anteriormente expuesta puede entenderse como un cambio en la forma del cuidar. Estamos inmersos en una época de avance y prosperidad en la profesión enfermera. Son muchos los referentes sociales que elevan su voz para que las enfermeras asuman el liderazgo en los cuidados. La necesidad de cambios en la sanidad española está en pleno debate y se reivindica que las enfermeras opten a niveles más altos en política y gestión sanitaria para contribuir a la toma de decisiones que contemplen el papel relevante de estas en el contexto sanitario (7). El liderazgo debe conseguirse mediante el desarrollo de nuestras competencias, avanzar ha de suponer implementar nuevos métodos y combatir el inmovilismo.

Por todo lo expuesto, podemos preguntarnos si esta necesidad de innovar, investigar e implementar nuevas técnicas y tecnología, con el fin de la mejora del cuidado y de la autogestión de la salud, están dirigiendo a la disciplina a una de esas “anomalías o crisis” que provocarán un nuevo cambio de paradigma en la profesión. Por otro lado, desde la especialidad de Enfermería de salud mental debemos trabajar por este ansiado cambio, por un empoderamiento de nuestros pacientes. Combatimos el paternalismo por un modelo centrado en la persona, transformando su visión de la enfermedad, dirigida anteriormente por el personal sanitario, hacia una nueva forma de gestionar la propia salud mediante el uso de nuevas tecnologías.

Bibliografía

  1. Sikandar H, Abbas AF, Khan N, Qureshi MI. Digital Technologies in Healthcare: A Systematic Review and Bibliometric Analysis. Int J Online Biomed Eng. 2022; 18(8):34-48. Doi: http://doi.org/10.3991/ijoe.v18i08.31961
  2. Hollis C, Morriss R, Martin J, Amani S, Cotton R, Denis M, et al. Technological innovations in mental healthcare: harnessing the digital revolution. Br J Psychiatry. 2015; 206(4):263-65. Doi: http://doi.org/10.1192/bjp.bp.113.142612
  3. Ben-Zeev D. Mobile Technologies in the Study, Assessment, and Treatment of Schizophrenia. Schizophrenia Bulletin. 2012; 38(3):384-5. Doi: http://doi.org/10.1093/schbul/sbr179
  4. Instituto Nacional de Estadística (INE). Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en los Hogares. INE [internet] 2022 [citado 3 nov 2023]. Disponible en: https://www.ine.es/prensa/tich_2022.pdf
  5. Nowicki RI. Análisis de los Paradigmas de enfermería y su articulación con la Práctica profesional. Cul Cuid. 2022; 26(64): 277-87. Doi: http://dx.doi.org/10.14198/cuid.2022.64.23
  6. Olivé Ferrer MC, Isla Pera MP. El modelo Watson para un cambio de paradigma en los cuidados enfermeros. Rev Rol Enferm. 2015; 38(2):123-8.
  7. Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (CECOVA). La sanidad requiere “un cambio de paradigma” en el que la “Enfermería debe estar en los niveles más altos de la política y en gestión”. El periodic.com [internet] 2022 [citado 3 nov 2023]. Disponible en: https://www.elperiodic.com/sanidad-requiere-cambio-paradigma-enfermeria-debe-estar-niveles-altos-politica-gestion_829976