La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha esta plataforma con el objetivo de poder hacer un seguimiento del progreso (tanto por países como a nivel mundial) en la prestación de servicios para todas aquellas personas que padezcan demencia y para los que los cuidan. Una enfermedad que produce deterioro de la función cognitiva, afectando a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio y que muchas veces suele ir acompañado del deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.
Con la creación de esta plataforma se comprobarán varias cosas según explica el diario médicosypacientes. Por un lado la presencia de políticas y planes nacionales sobre demencia, y por otro las medidas que se llevan a cabo para reducir los factores de riesgo e infraestructuras para desarrollar los tratamientos. Además, también incluirá información sobre sistemas de vigilancia y datos de morbilidad.
Es el primer sistema de monitorización global para la demencia y, hasta la fecha, se han recopilado datos de 21 países y para finales del 2018 se espera que aumenten a 50. Los resultados reflejan que muchos países están tomando medidas de planificación, conciencia y tolerancia de la demencia. Un plan que se ha desarrollado para que se respeten los derechos humanos de las personas con demencia y que aumente la participación en la planificación de su atención.