“Todavía cuesta pensar que una enfermera pueda ser rentable si solo hay algunos alumnos que necesiten diariamente de sus cuidados”

Jueves, 18 de octubre de 2018

por Natalia Hernández Manjón

Elena Alcalá Zamora es enfermera escolar en el colegio de educación infantil, primaria y secundaria CEIPSO El Cantizal de Madrid. Su trabajo no se limita a los alumnos, sino que el personal del centro también acude a sus servicios cuando lo necesitan. Se trata de una profesión que aún no está presente en todos los colegios, pero que se ha convertido en una necesidad cada vez más sentida y demandada por la sociedad. Esta enfermera adora su trabajo y nos cuenta con todo detalle en qué consiste su tarea para conocerla un poco más de cerca y que se convierta, de una vez por todas, en una realidad en cada centro educativo.

Elena Alcalá Zamora

Pregunta. ¿Por qué es tan necesaria la figura de la enfermera escolar? ¿Cuáles son las funciones que desempeña?
Respuesta. En la Comunidad de Madrid la enfermera escolar está presente en los centros públicos que cuenten con alumnos que tengan alguna patología y que requieran cuidados específicos de Enfermería para su completa integración en las actividades de la jornada escolar. Son, sobre todo, alumnos con discapacidad motora, que puedan requerir sondajes de alimentación o eliminación, cambios posturales, manejo de ventilación mecánica, así como pacientes diabéticos que sean dependientes para el control de glucemias y administración de medicación. Se trata de alumnos que requieren todos los días cuidados enfermeros para desarrollar su jornada con normalidad. Además, también les ayudamos a ganar autonomía fomentando la adquisición de conocimientos sobre su enfermedad y sobre el autocuidado.

Sin embargo, aunque son estos nuestros alumnos preferentes, no solo les proporcionamos a ellos cuidados de Enfermería, sino que atendemos a todos los alumnos del centro en los accidentes que ocurren a lo largo de la jornada o si se ponen enfermos durante la misma. Hay muchos escolares con patologías, como asma o alergias que, aunque no requieren diariamente la asistencia de una enfermera, sí que presentan episodios puntuales durante el curso y se benefician de una valoración rápida y profesional por parte de esta profesional.

Además de la función asistencial, la enfermera escolar recoge y gestiona la información sobre los problemas de salud de los alumnos de forma individual y colectiva. Sirve de intermediario entre las familias, el centro, los tutores y el servicio de comedor, para que la información sobre los problemas de salud de los alumnos llegue a todos ellos de forma adecuada como, por ejemplo, las alergias. También sirve de enlace con instituciones externas en caso de ser necesario, como es el caso de Salud Pública. La enfermera escolar desarrolla además programas de educación para la salud. Estos programas incluyen temas tan importantes como la alimentación, la higiene, adquisición de hábitos saludables y la prevención de accidentes y de adicciones.

P. ¿Qué función es la más habitual que lleva a cabo la enfermera escolar?
R. Aunque la función asistencial, tanto programada como puntual, es a la que más tiempo se le dedica, también está la gestión de los problemas de salud que van surgiendo. Continuamente hay alumnos a los que se les detectan enfermedades que pueden influir en su actividad escolar, como cardiopatías, alergias, problemas motóricos o respiratorios, así como enfermedades transitorias como gastroenteritis, fracturas, etc., que pueden requerir una adaptación en las rutinas del alumno.

P. ¿Por qué cree que cuesta tanto instaurar la Enfermería escolar? ¿Cree que algún día todos los colegios contarán con esta figura?
R. Todavía cuesta pensar que una enfermera pueda ser rentable si solo hay algunos alumnos que necesiten diariamente de sus cuidados, la realidad es que todo el alumnado se beneficia de la presencia de una enfermera en el centro educativo. Esta profesional, como he dicho anteriormente, atiende en los accidentes, pero también valora a los niños en caso de encontrarse mal y con ello se reduce el absentismo escolar y laboral de los padres. También detecta los problemas de salud y actúa sobre ellos mediante medidas de prevención y promoción de la salud, lo que a la larga supone hábitos más saludables y reducción de problemas como la obesidad infantil, las complicaciones por higiene bucodental, el consumo de tabaco y alcohol, etc.

Creo que la enfermera escolar es una necesidad cada vez más sentida y demandada por la sociedad, y espero que en un futuro cercano haya una enfermera en cada centro educativo.

P. ¿Qué papel tiene en materia de prevención, promoción y aplicación de hábitos saludables?
R. La Educación para la Salud en la infancia y la adolescencia es fundamental. La adquisición de hábitos saludables desde las primeras etapas educativas influirá muy positivamente en la salud de nuestros niños y niñas. Cuando un niño desde pequeño recibe educación sobre hábitos saludables, lo incorpora de forma mucho más natural a sus rutinas y ello favorece no su salud de forma individual, sino la de toda la comunidad. Los menores pasan muchas horas al día en el colegio y tienen una capacidad de adquirir conocimientos maravillosa.

La Educación para la Salud ha de ser un proceso planificado, orientado a la adquisición de dichos conocimientos y conductas saludables. Es por ello que la presencia de una enfermera de forma permanente en el colegio permite detectar las necesidades del alumnado en materia de salud, permite programar actividades adecuadas para cada etapa educativa, no solo de forma puntual, sino a lo largo de todo el curso y, además, evalúa los conocimientos adquiridos por los alumnos y la eficacia de la programación.

Elena Alcalá Zamora

P. ¿Cree que la figura de la enfermera escolar reduciría y evitaría casos de anafilaxias? ¿Ha vivido algún caso similar?
R. La enfermera escolar puede prevenir las reacciones anafilácticas haciendo un buen seguimiento de las patologías del alumnado, manteniendo un contacto continuo con los padres y custodiando los informes y protocolos del especialista. Así, podrá gestionar que la información llegue tanto al profesorado como al personal del comedor para asegurar que no se produce una ingesta accidental y se elaboran menús individualizados para cada alumno.

En caso de producirse una reacción anafiláctica, el contar con una enfermera escolar es fundamental para valorar la gravedad y aplicar el protocolo que haya prescrito el médico, incluida la inyección de adrenalina. Es en la enfermería donde se han de centralizar tanto los informes, como la medicación que requiera el alumno en caso de reacción.

En dos ocasiones he tenido que inyectar adrenalina a un alumno por una reacción anafiláctica, pero en ambos casos el episodio se ha resuelto satisfactoriamente y el alumno ha recibido el alta a las pocas horas. Sí he tenido otras urgencias de carácter vital, como un infarto de miocardio de una trabajadora, que a pesar de entrar en parada ha conseguido restablecerse completamente.

P. ¿Estima necesario reconocer e institucionalizar la especialidad de enfermería escolar? ¿Qué metas se proponen en el futuro?
R. Por supuesto sería fundamental crear la especialidad en Enfermería Escolar. La enfermera escolar no solo asegura la integración plena en las actividades escolares de los alumnos con patologías, sino que favorece la conciliación familia/escuela en temas relacionados con las salud, sirviendo de enlace entre ambas y favoreciendo hábitos saludables mediante la educación para la salud. Una meta deseable sería que hubiera una enfermera escolar en cada centro educativo y que esta tuviera una estrecha relación con los equipos de Atención Primaria y Especializada para proporcionar a los escolares y familias cuidados integrales en materias de salud.

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