¿Qué sabes de la entrevista laboral?

Miércoles, 29 de mayo de 2019

por diariodicen.es

Realizar una entrevista no es una tarea sencilla pero es el medio donde la persona mostrará todas sus capacidades, actitudes, carácter y puntos positivos para encajar en el puesto. Es necesario tener en cuenta una serie de claves básicas para elevar al máximo las posibilidades reales de acceder al empleo. El entrevistador analizará a fondo al candidato para comprobar que es el más idóneo. Por ello,  el profesional debe aprovechar la oportunidad para destacar que es el más cualificado para el empleo. El segundo paso tras la elaboración del currículum es la preparación de la futura entrevista laboral. Has leído bien, para enfrentarte a una entrevista de trabajo con éxito has de tener en cuenta varios puntos.

¿Solo o en grupo?

Seguramente, cuando piensas en una entrevista laboral te imaginas tú solo delante de una persona, respondiendo a las preguntas que te plantea. Aunque la mayoría de las veces es así, no siempre se da este formato; en ocasiones, el número de participantes varía.

Las entrevistas múltiples suelen darse para puestos muy concretos, en los que priman las habilidades sociales y comunicativas de los candidatos. En este caso, el seleccionador puede plantear un tema genérico de debate, y, sin interferir en él, tomar nota de las habilidades, iniciativa, tolerancia, autoridad, capacidad de organización, síntesis, etc.

Otra opción de entrevista es la tipo panel, en la que el aspirante se enfrenta a varios seleccionadores. Por lo general, se trata de una sucesión de entrevistas personales.

Cuida tus gestos, expresan más de lo que crees

Los gestos y la comunicación no verbal, en general, son una gran fuente de datos para la persona encargada de realizar la entrevista laboral.

¿Sabías que unir las puntas de los dedos indica confianza y acariciarse la barbilla, reflexión? Aquí tienes algunas indicaciones más que has de tener presentes: mirar de reojo denota recelo; los brazos cruzados, actitud defensiva; los puños cerrados, agresividad; la cabeza apoyada en el brazo, los bostezos y la mirada perdida, desinterés. Además, son muchos los síntomas de nerviosismo, como el carraspeo, los movimientos repetitivos, la rigidez corporal, la mirada esquiva, etc.

¿Existen las preguntas trampa?

Más que preguntas trampa existen cuestiones, aparentemente inocentes y sin demasiada importancia, que aportan al entrevistador una información muy valiosa y útil sobre nosotros.


-¿Qué sabes de nuestra empresa?

El porqué. No temas a esta primera pregunta, afróntala como una oportunidad para demostrar el interés que tienes en la empresa y en el puesto.

Cómo responder. Busca previamente información de la empresa en la prensa (últimas noticias), redes sociales, campañas que haya realizado, etc. El objetivo es que demuestres que estás informado de la actualidad de la misma.

-¿Qué puedes decirnos sobre ti?

El porqué. Sirve para evaluar la capacidad de respuesta del candidato. Los segundos iniciales son determinantes y debes aprovecharlos para demostrar de manera convincente y precisa que eres la persona que mejor responde a las expectativas del puesto de trabajo.

Cómo responder. Tu respuesta debe ser un resumen breve de tus logros académicos y tu experiencia. Habla de tu educación, de tu carrera profesional reciente y de tus objetivos de futuro.

-¿Qué puedes aportar a nuestra empresa?

El porqué. La empresa quiere ver de qué manera explicas tus logros y tus conocimientos. Además, revela tu capacidad de liderazgo.

Cómo responder. No escatimes en explicar por qué eres el candidato perfecto para ese puesto. Destaca aquellos puntos fuertes que tienes, tanto de formación como de aptitudes.

-¿Cuáles son tus debilidades?

El porqué. Una vez más, la empresa quiere ver cómo te desenvuelves ante preguntas comprometidas. A través de esta cuestión, el entrevistador no pretende averiguar tus puntos débiles, sino la manera que tienes de abordarlos.

Cómo responder. Sobre todo, no seas lineal ni caigas en los tópicos de “soy demasiado perfeccionista”. Responde a esta pregunta identificando las áreas de tu trabajo que son susceptibles de mejora y piensa cómo puede ser un atractivo para el futuro empleador.


¿Y después, qué?

Ya has hecho la entrevista, ya han pasado los nervios, y ahora toca esperar, pero… ¿qué puedes hacer mientras tanto? Esperar, en este caso, no implica que debas quedarte con los brazos cruzados mirando al teléfono, ahora toca hacer un seguimiento de la entrevista, para continuar mostrando interés por la oferta.

  • Antes de salir de la entrevista, has de preguntar cuándo, aproximadamente, podrás saber si continúas en el proceso o no. Si no pueden concretarte una fecha, debes asegurarte de conocer el nombre exacto de la persona y una forma de contactar con ella; por correo electrónico, por ejemplo.
  • Agradece la entrevista. Como tienes el e-mail de la persona que te ha entrevistado, un día después de la cita, puedes agradecer a tu entrevistador el tiempo que te dedicó. Debes mostrarte interesado en la oferta y con ganas de ser el candidato elegido.
  • Si el plazo que te dieron para contactar contigo ha expirado y no has recibido su llamada, puedes ponerte en contacto con ellos, pero siempre de forma educada y breve, indicando que te gustaría saber cómo va el proceso. Llama tan solo una vez.
  • También puedes interesarte por tu candidatura a través de las redes sociales, por ejemplo Twitter o LinkedIn.