En el Hospital Pereira Rosell de Montevideo (Uruguay), un tercio de los enfermeros han renunciado a su puesto de trabajo debido a las malas condiciones laborales y salariales.
En el hospital siguen trabajando 38 enfermeros, pero según el Sindicato Único de Licenciados Enfermeros (SULE) se necesitan el doble. Fueron 19 enfermeros en total los que dejaron su puesto de trabajo a finales de 2014 y aún no se ha puesto solución.
Según explica Ana Montans, representante de SULE, “en las salas de cuidados intermedios, una de 12 y otra de 10 camas, nunca hay más de una sola enfermera. Y en las salas comunes hay una enfermera nurse cada 14 pacientes”. Las disposiciones internacionales establecen que debe haber un enfermero cada ocho pacientes.
La renuncia de los profesionales se produjo por unas condiciones laborales inadmisibles que aún se mantienen. El sindicato explica que se encuentran desbordados de trabajo, y que incluso a veces no pueden ni siquiera disponer de su media hora de descanso o incluso acudir al baño.
Reclamo salarial
Por otro lado, los trabajadores piden un aumento salarial porque en su opinión las actuales remuneraciones son vergonzosas. Los enfermeros cobran 23.000 pesos, unos 829 euros y los auxiliares rondan los 14.000 (500 euros).
En Uruguay se calcula hay un déficit de 9.000 enfermeros, a pesar de que en 2012 Uruguay firmó un convenio con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por el cual se establecía un plan con la meta de llegar a fines de este 2015 con un licenciado en enfermería por cada médico.
