Condenan a tres años y medio de cárcel, inhabilitación y multa a una enfermera por acceder al historial de un paciente

Acceder al historial de un paciente o compañero sin permiso tiene graves consecuencias y se considera delito por descubrimiento y revelación de secretos y violar el derecho a la intimidad. Aún así, son muchas las denuncias interpuestas últimamente por estos hechos.

Hace unos días la Fiscalía de Sevilla condenó a tres años y medio de cárcel, seis de inhabilitación y pago de una multa de más de 5.000 euros a una enfermera acusada de acceder al historial de un paciente hasta en seis ocasiones sin su autorización.

Los hechos ocurrieron entre el 2016 y 2018 en el centro de salud Nuestra Señora del Castillo, Lebrija (Sevilla), donde la acusada trabajaba como enfermera gestora de casos. Según la denuncia, la profesional sanitaria accedió al historial del paciente sin consultarle ni tener consentimiento para ello.

La Fiscalía califica los hechos como un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos, reclamando para la acusada tres años y medio de cárcel, seis años de inhabilitación absoluta y el pago de una multa de 5.280 euros.

Más denuncias

Pero no ha sido el único. La Fiscalía de Granada también ha solicitado cinco años de prisión a un enfermero del SAS por falsificar centenares de recetas electrónicas para autoprescribirse medicamentos, principalmente psicotrópicos y analgésicos. En total, se estima que obtuvo de forma fraudulenta 450 medicamentos valorados en 3.567 euros, incluyendo también recetas a nombre de una mujer para el consumo conjunto.

El acusado, de 48 años, habría cometido los hechos tras desarrollar una dependencia a estos fármacos debido a una operación de hernia discal en 2010. La Fiscalía lo acusa de falsedad en documento oficial y fraude de prestaciones sanitarias, solicitando además una multa de 2.700 euros e inhabilitación profesional durante tres años.

Denunciar acceso no autorizado al historial

Se considera delito cuando un profesional sanitario o personal administrativo del centro sanitario accede por curiosidad u otra causa no relacionada con la atención asistencial del paciente a la historia clínica de este.

Un delito que vulnera el derecho a la intimidad y que está penado ya que, según la norma, solo los profesionales asistenciales que hayan atendido al paciente pueden acceder.

Los sistemas que emplean las Autonomías para gestionar las historias clínicas, registran de manera automática los accesos a las historias clínicas, quedando registradas fecha, hora y tiempo de acceso, por lo que siempre se deja un rastro de quién y cuándo ha accedido a un historial médico, aunque no lleve a cabo ninguna edición o modificación del mismo.

Las consecuencias por acceder sin la autorización debida a los datos de la historia clínica van desde las sanciones administrativas y disciplinarias para los profesionales sanitarios, hasta penas de prisión y de inhabilitación para ejercer la profesión.