Catalina García es enfermera y la actual consejera de Sanidad de Andalucía. Además, ha sido una de las finalistas de los Premios Nacionales de Enfermería 2023 del Consejo General de Enfermería, unos galardones en los que se pretende reconocer a enfermeros de diferentes ámbitos de la profesión, así como aquellas personas ajenas a la misma que hayan difundido o potenciado la labor enfermera. Hablamos con ella y nos cuenta cómo ha sido su paso desde la labor asistencial hasta su cargo político actual.
Pregunta. ¿Por qué estudió para ser enfermera? ¿Qué cree que es lo más bonito de la profesión?
Respuesta. Siempre supe que quería ser enfermera, ser la que cuida, la que está en la cabecera de la cama del enfermo y la que tiene relación más estrecha con el paciente. Lo sé desde que era muy pequeña.
P. Usted también ha trabajado como enfermera asistencial en una residencia de ancianos durante más de una década. ¿Qué cambios cree que son necesarios para avanzar en la Enfermería actualmente?
R. La Enfermería, como profesión, necesita visibilizarse, que la ciudadanía conozca el valor que aporta. El ciudadano en general ha de entender que el sistema sanitario está compuesto por equipos de profesionales y que es el conjunto el que lo hace eficaz y eficiente.
No se podría sostener si los logros y las mejoras no viniesen de todo un equipo y, en este sentido, las enfermeras tienen aún mucho margen de acción, para aportar mejora y valor al sistema y para avanzar en la respuesta a la ciudadanía, pero para ello hay que abrir el sistema sanitario y permitir que esas competencias se puedan aportar dentro de los equipos. En esta línea estamos trabajando en Andalucía.
Me gustaría citar, por ejemplo, que estamos ampliando competencias, sin invadir las de otros profesionales, por supuesto, para resolver las consultas de acogida; o aportando desde la Práctica Avanzada enfermera, para que acompañen y resuelvan problemas y necesidades asociados a las situaciones más complejas de los pacientes y sus familias.
Apostamos también por las especialidades enfermeras, para mejorar la calidad asistencial y la especialización en ámbitos asistenciales que necesitan de formación y específica y experiencia, para responder mejor: Salud Mental, Pediatría y Enfermería Familiar y Comunitaria. Para empezar, su presencia como especialistas debe asumirse desde los sistemas sanitarios, si de verdad queremos avanzar y mejorar en la respuesta que damos al ciudadano.
Asimismo, las enfermeras están trabajando en cada vez más nichos asistenciales: las enfermeras referentes escolares, unidades de violencia de género… Además de crecer en el campo de la investigación en cuidados y trasladar resultados a la práctica. Hemos apostado por esta vía con el desarrollo de los contratos de enfermera investigadora, enermera especialista investigadora clínica y los programas de excelencia en cuidados.
También estamos avanzando en el hecho de contar en primera línea con las enfermeras dentro de los distintos niveles de gestión del sistema sanitario, tanto desde un ámbito político-estratégico, como desde la organización del sistema sanitario o la organización y gestión de centro. Mire, siempre que les hemos dado a las enfermeras la oportunidad de organizar y gestionar un centro han desarrollado un papel excelente y con resultados de éxito, por su formación, por su experiencia previa y por su buen hacer en la gestión de equipos.
En definitiva, la profesión necesita visibilizarse y para ello se necesitan sistemas sanitarios que permitan aportar valor, desarrollar al completo sus competencias y acompañarlas para que puedan mostrar cada vez más a la ciudadanía que resuelven problemas y que responden a sus necesidades.
P. ¿Cómo pasó de la labor asistencial a la política?
R. No fue una decisión mía, no lo decidí ni lo elegí. Siempre he sido muy reivindicativa y desde el Partido Popular me propusieron presentarme a la alcaldía de mi pueblo para trabajar por mis vecinos como concejal. La sorpresa fue que, en el año 96, cuando me presenté, gané con mayoría absoluta y me convertí en alcaldesa de Jimena. Mientras que fui alcaldesa, durante 12 años, compaginaba las labores del puesto con la atención a los pacientes.
P. Ha pasado por varios cargos hasta llegar al actual como consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. ¿Qué supuso para usted el puesto? ¿Cree que en ocasiones el perfil de enfermera está infravalorado para los puestos de decisión?
R. Es un orgullo y un honor ser la consejera de Salud y Consumo de Andalucía, y también es una gran responsabilidad. Agradezco al presidente Juanma Moreno su confianza. Desde que el Gobierno del cambio llegó a Andalucía se ha apostado por la Enfermería.
Primero, con mi nombramiento como viceconsejera y, ahora, delegándome el compromiso de asumir la titularidad de la Consejería de Salud y Consumo. La Enfermería está ocupando lugares de gran responsabilidad, de gestión y dirección. Como le comentaba antes, esta es una oportunidad para dar visibilidad al papel y la capacidad de los profesionales de la Enfermería.
P. De toda su carrera, ¿con qué se queda?
R. Siempre dicen que hay un paciente que te marca especialmente. Yo recuerdo a un chico de 24 años que estaba en la UCI, en una Nochevieja, falleció un 31 de diciembre después de un largo recorrido y problemas con las drogas diciéndome: “No te preocupes, que yo controlo”. Jamás se me olvidará y es algo que he intentado inculcar a los jóvenes, siempre dicen esa misma frase: “No te preocupes, que yo controlo”. Pero no, es algo que no se controla.
También me quedo con la oportunidad de trabajar por la salud de todos los andaluces desde la gestión de esta Consejería, primero como viceconsejera y ahora como consejera. Es una responsabilidad muy grande, pero estoy volcada al 100% para conseguir la sanidad que todos los andaluces se merecen, una sanidad de excelencia.
P. Fue viceconsejera de Salud y Familias y vivió la pandemia de covid, ¿cómo lo recuerda?
R. Las primeras semanas fueron muy duras y de gran preocupación por lo rápido que se contagiaba el virus y su alta letalidad, y, por supuesto, días de muchísimo trabajo. Veíamos la descoordinación del Gobierno y que en muchas cosas dábamos palos de ciego, aunque entendíamos que debíamos trabajar todos coordinados bajo el mando único. En Andalucía tuvimos la suerte de contar con un Gobierno que inmediatamente supo rodearse de expertos que realmente sabían qué medidas tomar.
Quisiera volver a dar las gracias y seguir aplaudiendo a los profesionales sanitarios que arriesgaron su vida por cuidarnos a todos. Así como a los investigadores, que trabajaron por una vacuna, por una cura, por controlar las variantes, por crear respiradores…, y a la industria farmacéutica que nos ayudaron en la custodia y el transporte de la vacuna para proteger a todos los andaluces.
No obstante, aunque la pandemia como tal ya está superada, no podemos olvidar lo que nos ha enseñado. Debemos protegernos y proteger a los demás. Nuestros mayores y grupos de riesgo deben seguir vacunándose.
Pero, sobre todo, jamás olvidaré a los más de 16.300 andaluces que han fallecido por la covid.
P. ¿Cuál será su rumbo como consejera? ¿Qué pasos le gustaría dar? ¿Algún proyecto en mente del que nos pueda hablar?
R. Mi objetivo es lograr una sanidad pública excelente. La sociedad en la que creo y por la que trabajo es una sociedad donde todos los andaluces tengan a su alcance servicios públicos de calidad, cada vez más modernos y adaptados a las nuevas necesidades.
En esta línea, ya aprobamos la Ley de Atención Temprana que garantiza a los menores de 0 a 6 años con algún trastorno o riesgo y a sus familias el acceso a esta prestación en condiciones de igualdad. Estamos volcados en la Estrategia de Cáncer en Andalucía, sobre todo para, a través de los cribados, lograr una detección precoz, clave para superar muchos cánceres, pero también actualizando el equipamiento técnico que mejore la capacidad de detección y los tratamientos. También me gustaría citar al menos la atención a la Salud Mental, la mejora de la Atención Primaria, además de trabajar desde la promoción y la prevención de la salud.
Y, por supuesto, la humanización y la investigación. Humanizar la salud constituye un compromiso ético y, si bien es cierto que hemos avanzado mucho en los últimos años, aún faltan muchas cosas, por lo que continuaremos impulsando estrategias que respeten la dignidad de las personas y sus derechos. La investigación es la base de todo en la sanidad, por eso queremos seguir impulsándola.
P. ¿Dónde veremos a Catalina en un futuro?
R. Junto al enfermo, de vuelta a la Enfermería. Tengo el privilegio de cuidar de todos desde la Administración y así lo estoy intentando hacer, pero, cuando culmine mi paso por la política, aspiro a volver a mi trabajo, a mi vocación.
