¿Cómo han evolucionado los cuidados enfermeros en la persona mayor?

Lunes, 3 de abril de 2017

por diariodicen.es

Enfermería del anciano es el título del nuevo libro que la Editorial Difusión Avances de Enfermería (DAE), del Grupo Paradigma, ha publicado. En él se abordan no solo los cuidados básicos de la persona mayor, sino las nuevas propuestas que han ido surgiendo a lo largo de los últimos años, así como los diferentes recursos disponibles en la actualidad, todo ello sustentado por el rigor de la evidencia científica.

M.ª Victoria García López, profesora titular de la Escuela Universitaria de la Universidad de Castilla-La Mancha, y M.ª Jesús Rojas Ocaña, doctora en Educación y profesora de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Huelva, coordinadoras y autoras de la obra explican que “los enfermeros deben tener una capacitación amplia que contemple los cambios que se van presentando con el paso de los años. Precisamente esta es otra diferencia con los adultos más jóvenes: a la persona mayor hay que contemplarla de forma integral”.

A lo largo de los 20 capítulos de Enfermería del anciano se hace un recorrido por los principales temas vinculados con la salud y los cuidados en la persona mayor, destacando temas actuales como el maltrato, la relación con las nuevas tecnologías o la dependencia.

Pregunta.- Recientemente han publicado la tercera edición del libro Enfermería en el anciano, ¿qué vamos a encontrar en él?

Respuesta.- Esta nueva edición aporta cambios importantes en relación con la anterior, fundamentalmente en la actualización de los contenidos, ajustándolos a la situación actual de las personas que tienen más años.

Se han incluido actualizaciones en las diferentes formas de cuidar, nuevos diagnósticos con intervenciones y resultados, actualización de la bibliografía con la incorporación de la producción científica más reciente y, en definitiva, una revisión ajustada al momento actual.

P.- Según la proyección del Instituto Nacional de Estadística, en 2066 habrá en España más de 14 millones de personas mayores de 65 años (34,6% de la población frente al 18,7% actual). ¿En qué medida repercutirá este aumento en la estructura sanitaria como la conocemos hoy en día? ¿Qué factores serán los prioritarios a la hora de atender a este sector poblacional?

R.- Teniendo en cuenta el porcentaje de personas mayores en la actualidad, todo el sistema sanitario está impregnado de las mismas.

La presencia de personas de más de 65 años en los centros sanitarios y sociosanitarios cada vez está aumentando más: las unidades de traumatología, urología, medicina interna, oftalmología, de forma genérica, superan a las personas que tienen menos de esta edad.

Los sistemas públicos y privados de atención a las personas mayores deberán tener en cuenta esta cuestión, porque no solo se deberán ajustar los conocimientos hacia este grupo de población, cuestión que las enfermeras desde hace muchos años en sus planes de estudio tienen incorporado una formación específica en vejez, sino que la estructura física de los centros también deberá adecuarse a las necesidades de movilidad, atención y demás necesidades que se vayan presentando.

P.- ¿Qué características deben tener los profesionales sanitarios, y más concretamente los enfermeros, que atiendan a las personas mayores?

R.- Lo anteriormente comentado, requiere de una formación específica de los profesionales que cuidan a las personas mayores, por una razón simple, y es que aunque las necesidades que este grupo de población tiene son las mismas que las de otros grupos de menos edad, se diferencian en la forma de manifestarse y, por tanto, la forma de satisfacerlas, cambia.

Los enfermeros deben tener una capacitación amplia que contemple los cambios que se van presentando con el paso de los años.

Precisamente esta es otra diferencia con los adultos más jóvenes, a la persona mayor hay que contemplarla de forma integral, dado que en ocasiones se ven afectadas áreas como consecuencia de la alteración de otras, y en donde cobra especial importancia las relaciones sociales y el entorno inmediato en donde desarrolla su vida.

P.- Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización de Naciones Unidas consideran el maltrato a los ancianos como un problema de salud pública. ¿De qué manera se puede prevenir y cómo se tiene que actuar ante este tipo de sucesos?

R.- En esta cuestión del maltrato en las personas mayores es bastante complicado la detección, el seguimiento y la actuación cuando está presente por diferentes cuestiones, pero sobre todo por la vulnerabilidad en la que se encuentran en muchas ocasiones la persona: por las diferentes formas de convivencia (familiar, institución, etc.), por la vergüenza que supone a algunos mayores delatar a personas de su entorno más inmediato, por la precariedad económica.

Por todo ello, el personal de enfermería debe formarse entre otras cuestiones en este tema, para poder detectar la situación ante una sospecha de su presencia.

Enfermería de atención primaria debe hacer un seguimiento de las personas que tiene a su cargo y realizar dicho seguimiento de su situación de forma regular.

P.- Las personas mayores son, en numerosas ocasiones, pacientes polimedicados. La adherencia al tratamiento no siempre se desarrolla de forma eficaz, por lo que las consecuencias repercuten negativamente en su calidad de vida. ¿Qué actuaciones lleva a cabo la enfermera para mejorar dicha adherencia?

R.- La polimedicación como consecuencia de una pluripatología es uno de los grandes hándicap con los que se encuentran los profesionales enfermeros y constituye un motivo de revisión constante.

En muchas ocasiones la no adherencia al tratamiento es consecuencia de una falta de explicación del mismo, y es aquí en donde se debe reforzar la información.

Este aspecto constituye una de las principales actividades en la que el trabajador de enfermería debe insistir: indicando la importancia de los horarios en determinados fármacos, explicando el porqué del mantenimiento del tratamiento en los días pertinentes, reforzando la importancia de la “no automedicación”.

P.- En el libro abordan también la evolución que ha tenido la población mayor y su actual relación con las nuevas tecnologías. ¿Qué beneficios aportan estas en la mejora de la calidad de vida del mayor? ¿Qué perfil es el que hace uso de estas tecnologías?

R.- Las personas mayores actuales tienen capacidades para la utilización y mantenimiento de uso de las nuevas tecnologías.

Cada vez son mayores los recursos tecnológicos que se presentan debido, en primer lugar, a la propia evolución social y, en segundo, desde que en el año 2012 se constituyera el año del envejecimiento activo, el perfil de persona mayor ha cambiado.

Pocas personas que llegan a la vejez lo hacen sin que dispongan de un smartphone, un ordenador o cualquier otro dispositivo que permite estar en contacto con la actualidad a través de los entornos virtuales.

Los beneficios que aportan a las personas que tienen más años son múltiples: mantenimiento en la actualidad mundial, sin necesidad de desplazamiento, participación social en entornos de personas de la misma franja de edad con intereses comunes, y en otros de edades diferentes pero que se puede ajustar a los intereses personales, acceso a espacios de salud, juegos, lectura, visualizaciones, etc.

En definitiva, la utilización de entornos tecnológicos, permite a este grupo de población estar más activos y motivados en su utilización.

cuidados enfermeros, Editorial DAE, Enfermería del anciano, libro, personas mayores, tercera edad

¿Quieres comentar la noticia?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*
*