La acusada agarró por las muñecas a la enfermera y la empujó hacia un archivador por negarse a hacerle una limpieza de oídos.
El Sindicato de Enfermería, Satse, ha conseguido que se condene a una usuaria de un centro de salud de Galicia a 6 meses de prisión e inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo en idéntico plazo por un delito de atentado tras una agresión a una enfermera en su puesto de trabajo. “Muchas veces la pena se reducía a una simple multa”, señala en un comunicado la secretaria general de Satse en Galicia, Carmen García Rivas, en relación a las penas que había antes de la última reforma del Código Penal.
Según la sentencia, los hechos sucedieron el 13 de julio de 2015 cuando la mujer acudi´´o al centro de salud porque tenía cita para realizarse una limpieza de oídos a las 15:10 horas. Al parecer se presentó en el lugar diez minutos más tarde, por lo que la enfermera le indicó que no la podía atender por razones de horario, puesto que las limpiezas se realizaban a partir de las cinco de la tarde. Ante la negativa, tal y como ha publicado Europa Press, la acusada irrumpió en la consulta, a pesar de que se encontraba dentro otra paciente.
Se dirigió a la demandante de manera agresiva, le exigió insistentemente que la atendiese y le dijo que de allí no se movía, según esclarece la sentencia. Así, cuando la enfermera se dispuso a salir de la consulta con la paciente, la acusada se dirigió hacia ella agarrándola por ambas muñecas y empujándola hacia un archivador. Al escuchar las voces que procedían de la consulta, accedió a la misma el doctor de la sala contigua, de modo que la condenada abandonó el lugar a su requerimiento para después presentar una reclamación en el centro de salud. La demandante explicó que no iba a denunciar, pero que fue precisamente esa reclamación la que la motivó a hacerlo.
Por su parte, la acusada declaró ante el juez que no agarró ni empujó a la enfermera, pero admitió que le tocó el brazo con la mano abierta, de modo que la demandante empezó a gritar que no la tocara y la llamó “sinvergüenza”. Sin embargo, el fallo del juez ha decidido que prevalece el testimonio de la denunciante. A causa del suceso, la enfermera no sufrió lesiones físicas, pero sí un cuadro de ansiedad reactivo que la mantuvo en una consulta psicológica durante siete días.
Tras una reforma en el artículo 550 del Código Penal se reconoce a los profesionales sanitarios, entre los que se encuadran las enfermeras y enfermeros, como autoridad sanitaria. Gracias a estos cambios, los hechos acreditados como agresiones siempre serán constitutivos de delito y castigados con pena de cárcel, con independencia de la gravedad de las lesiones sufridas por el empleado por parte de los usuarios.
En este caso en concreto, la acusada deberá pagar las costas procesales, pero no tendrá que ir a la cárcel al carecer de antecedentes penales. “Esperemos que -esta sentencia- actúe como freno y con carácter disuasorio en la producción de ataques de este tipo por parte de los usuarios de los servicios de salud hacia los profesionales que ejercen sus funciones”, apunta Carmen García Rivas.
