Los científicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Tufts en Estados Unidos han desarrollado pequeños sensores que se adhieren a los dientes y pueden controlar en todo momento y a tiempo real los niveles de glucosa, sal o alcohol, un invento que podría ayudar a mejorar la dieta y la salud.
Según ha podido saber la agencia Europa Press, se trata de un sensor en miniatura que va directamente en un diente y se comunica de forma inalámbrica con un dispositivo móvil. A su juicio, estos sensores podrían permitir la detección y el registro de una amplia gama de nutrientes, sustancias químicas y estados fisiológicos, actuando de forma similar en que se recauda un peaje en una carretera, transmiten sus datos de forma inalámbrica en respuesta a una señal de radiofrecuencia.
Los sensores están formados por tres capas intercaladas: una capa central “bioreactiva” que absorbe el nutriente u otros químicos que se detectarán, y las capas externas que consisten en dos anillos de oro de forma cuadrada. Juntas, las tres capas actúan como una pequeña antena, recogiendo y transmitiendo ondas en el espectro de radiofrecuencia. Cuando una onda entrante golpea el sensor, parte de ella se cancela y el resto se transmite de vuelta, al igual que un parche de pintura azul absorbe las longitudes de onda más rojas y refleja el azul de vuelta a nuestros ojos.
El sensor, además, puede cambiar su color. Por ejemplo, si la capa central adquiere sal o etanol, sus propiedades eléctricas se desplazarán, haciendo que el sensor absorba y transmita un espectro diferente de ondas de radiofrecuencia, con intensidad variable. Así es como los nutrientes y otros analitos pueden ser detectados y medidos.