El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de concienciar sobre los problemas de salud mental en todo el mundo. Este año, la OMS decidió centrar el día a la salud mental en el ámbito laboral.
Las condiciones en el trabajo poco saludables, la estigmatización, la discriminación, el acoso y otras condiciones de trabajo deficientes son riesgos importantes que afectan a la salud mental, a la calidad de vida y la productividad en el trabajo.
“Los gobiernos, los empleadores, las organizaciones que representan a los trabajadores y empleadores, y otras partes interesadas responsables de la salud y la seguridad de los trabajadores deben colaborar para ayudar a mejorar la salud mental en el trabajo aplicando medidas en las que se tenga en cuenta la opinión de los propios trabajadores, sus representantes y personas con experiencia directa con problemas de salud mental. Al invertir esfuerzos y recursos en enfoques e intervenciones basados en la evidencia, se vela por que todos los trabajadores tengan la oportunidad de desarrollarse en el trabajo y en la vida. Debemos actuar hoy para que el mundo de mañana sea más saludable”, defiende la OMS.
Salud mental de las enfermeras
“Es la hora de priorizar la salud mental en el trabajo” es el lema de este año al que también se adhieren las enfermeras catalanas (COIB), quienes explican que, según datos del estudio Salud Mental y estigma a las organizaciones catalanas, realizado por Abiertamente, reflejan que el 90% de las personas que han pasado por un problema de salud mental no se han sentido capaces de hablar de ello de manera directa en el trabajo, que el 52% de las ausencias cursadas por los trabajadores por estos motivos han escondido la causa o que el 37% de las personas con experiencias vividas, tienen miedo de pedir ayuda en su entorno laboral por el miedo al impacto que pueda tener en su futuro.
El mismo estudio expone que el 60% de las personas que han pasado por momentos de sufrimiento psíquico no han dejado de ir al trabajo y que el 44% trabaja a menudo a pesar de vivir esta situación.
El trabajo también puede llegar a convertirse en un factor de riesgo psicosocial. Datos de 2023 del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo exponen el aumento progresivo de bajas laborales por salud mental, alcanzando dicho año la cifra récord de las mismas: 597.666.
Hay unos factores de riesgos que son los siguientes:
- Altas cargas y ritmos de trabajo, con alta exigencia psicológica.
- Contenido y ritmo de trabajo.
- Condiciones físicas y ergonómicas del puesto de trabajo.
- Baja autonomía en la toma de decisiones y en la participación.
- Niveles retributivos y baja seguridad contractual.
- Falta de desarrollo personal y profesional.
- Indefinición de los roles en las organizaciones.
- Falta de liderazgo y comunicación.
- Cultura organizacional poco orientada a tener presente las necesidades de los trabajadores, a su cuidado.
- Vulnerabilidades personales.
“Es fácil, como enfermeras, sentirnos reflejadas en uno o muchos de los puntos anteriores. El desarrollo de nuestra actividad profesional, que implica necesariamente acompañar con nuestras emociones las emociones de los demás, es un hecho inherente a nuestra profesión en nuestro día a día y un valor que desgraciadamente no se acompaña de las condiciones laborales que necesitamos y merecemos para disminuir su impacto en nuestras vidas, en nuestra salud mental”.
Las enfermeras critican que los años siguen pasando y parece que nada cambia:
- “Seguimos doblando turnos y alterando planes personales y familiares para cubrir nuestros dispositivos y dando la asistencia que la ciudadanía merece.
- Seguimos viviendo de la incertidumbre contractual donde el esfuerzo diario y la implicación no es sinónimo de tener recompensa (se acaba el contrato y hasta el próximo).
- Seguimos viviendo en un estado de alerta constante por la llamada en nuestro tiempo de descanso, sustituida de un tiempo a esta parte por grupos de whatsapp donde no hemos dado nuestro permiso para estar y donde se hacen llamamientos a poder cubrir los servicios a cualquier hora, faltando a nuestro derecho (como el de cualquier trabajadora) a la desconexión digital.
- Seguimos reclamando unos niveles retributivos que nuestra formación justifica con creces.
- No queremos instrumentalizar el Día Mundial de la Salud Mental a favor de nuestra causa, pero este año es inevitable que ésta nos interpele más que nunca.
- Porque somos ciudadanas, trabajadoras, personas al servicio de otras personas que merecen nuestra mejor versión. Cuidemos y tenemos la necesidad de ser cuidadas”, concluyen.