El 68% de los españoles desconoce que el aire del interior podría estar hasta 5 veces más contaminado que el del exterior

Jueves, 17 de mayo de 2018

por diariodicen.es

El 68% de los españoles cree que el aire interior de las viviendas y edificios tiene la misma calidad o es incluso mejor que el aire del exterior, cuando en realidad puede estar hasta cinco veces más contaminado y es precisamente en los espacios interiores donde pasamos el 90% de nuestras vidas, en comparación con lo que ocurría en generaciones anteriores.

Y es que, según aclara el Dr. Russel Foster, jefe del Laboratorio de Oftalmología de Nuffield y del Instituto del Sueño y Neurociencia Circadiana de la Universidad de Oxford, “desde el 1800 al año 2000, hemos pasado del 90% de las personas que trabajan en el exterior a menos del 20%. En muy poco tiempo, hemos pasado de ser una especie al aire libre a pasar la mayor parte de nuestro tiempo en cuevas oscuras”.

Contaminación

Esta creciente tendencia a vivir en espacios cerrados ha originado la “Indoor Generation”. Esta nueva generación no es del todo consciente de que el aire del interior de viviendas y edificios públicos puede estar más contaminado que el aire exterior y que pasar demasiado tiempo en interiores puede tener efectos negativos en la salud. Así lo confirma un reciente estudio realizado por el Grupo VELUX en el que se analiza el impacto que causa en la salud pasar demasiado tiempo en interiores, especialmente en los niños, cuyas habitaciones pueden ser las más contaminadas de la casa. Así, cada vez más niños sufrirán asma o alergias a menos que casas y edificios mejoren su ventilación.

Actividades cotidianas de la vida en los hogares como cocinar, limpiar, ducharse, encender velas, secar ropa e, incluso, dormir y respirar, fomentan un aire contaminado en el interior, lo que con el tiempo puede derivar en la aparición de moho y hogares húmedos, aumentando así el riesgo de desarrollar asma, enfermedades respiratorias y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). De hecho, vivir en casas húmedas y con moho aumenta en un 40% nuestras posibilidades de tener asma y, si no actuamos ahora, corremos el riesgo de poner en peligro nuestra salud.

Existen agentes contaminantes presentes en objetos del hogar que pasan desapercibidos y que, sin embargo, liberan toxinas que contaminan el aire que respiramos: detergentes, juguetes de plástico o los propios materiales de construcción, son algunos de los elementos que pueden empeorar la calidad del aire interior.

Más tiempo en interiores

El informe pone de relieve una brecha de percepción entre cómo las personas piensan que viven y la forma en que realmente lo hacen: el 82% de las personas cree que pasa menos de 21 horas al día en el interior, mientras que el 62% piensa que en realidad pasa menos de 18 horas en el interior. Pero la cifra real es más preocupante, ya que investigaciones previas han descubierto que una “Indoor Generation” pasa cerca del 90% de su tiempo en espacios interiores -y a menudo son edificios oscuros, poco ventilados e insalubres-. De hecho, 1 de cada 6 europeos vive en edificios considerados como no saludables.

Sobre la importancia de la luz en el funcionamiento del cerebro, el Dr. Steven Lockley, neurocientífico de la Escuela de Medicina de Harvard, explica que “la luz es un potente estimulante que alerta directamente al cerebro. Una luz más brillante y azulada durante el día tiene un mayor efecto estimulante, por lo tanto, nos mantiene activos y mejora nuestra función cognitiva: seremos más productivos en el trabajo y así, sucesivamente. Si pensamos en oficinas, escuelas, hospitales, etc., debemos aprovechar este efecto durante el día”.

Sin embargo, y aunque pudiera parecer una paradoja por nuestra cultura mediterránea, explica Elena Arregui, directora general de VELUX en España, “nos estamos convirtiendo cada vez más en una “Indoor Generation”, donde el único momento en que recibimos luz natural y el aire fresco entre semana es en el trayecto al trabajo a la escuela. La vida moderna hace que a menudo comencemos el día muy temprano, vayamos corriendo al trabajo, donde pasamos de ocho a diez horas en el interior de la oficina, y después regresemos directamente a casa. A veces paramos en el supermercado, o entrenamos en el gimnasio que también es un ambiente húmedo”.

Resulta muy llamativo, prosigue Arregui, “que cuando se pregunta a las personas sobre la contaminación del aire, tienden a pensar en grandes fábricas o áreas urbanas con altos niveles de emisiones de los automóviles. Este estudio revela la necesidad de una mayor conciencia y educación sobre el impacto que nuestros hábitos de vida en interiores están teniendo en la salud y bienestar de nuestro cuerpo y mente”, concluye.

Contaminación, EPOC, respiración, salud

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