Bobby Wesson quiso dedicar un emotivo post en Facebook a su mujer, Rayena. Lo que no imaginaba era que esa publicación se haría viral y sería publicada en distintos medios de comunicación.
Para Wesson, su esposa no es solamente una enfermera sino una heroína. Él quiso homenajearla y nosotros queremos dedicar sus palabras a todas aquellas mujeres y hombres que cada día ofrecen sus cuidados y sus conocimientos a los demás, a todos aquellos que dignifican al ser humano:
“Esta es mi mujer, Rayena Wesson, echándose la siesta. En una hora se despertará, se pondrá su uniforme y estará lista para ir a trabajar. Las cosas que necesita para realizar su trabajo las recopilará y comprobará meticulosamente- el peinado y el maquillaje serán hechos rápidamente. Se quejará de que se ve horrible. Yo estaré en desacuerdo, con énfasis, y le daré una taza de café.
Ella se sentará en el sofá con las piernas cruzadas y tratará de beberlo mientras juega felizmente con el niñito que revolotea a su alrededor.
En ocasiones, ella mantendrá la mirada fija en un punto mientras hablamos; silenciosamente preparándose para el próximo turno. Ella cree que no me doy cuenta.
Besará al pequeño, me besará a mí y se irá para cuidar de personas que están teniendo el peor día de toda su vida. Accidentes automovilísticos, heridas por arma de fuego, explosiones, quemaduras y fracturas- profesionales, pobres, pastores, adictos y prostitutas- madres, padres, hijos, hijas y familias- no importa quién eres o lo que te pasó.
Ella se encargará de ti.
Volverá a casa 14 horas más tarde y se quitará los zapatos que han caminado a través de sangre, bilis, lágrimas y que han ardido por el dolor de pies y los dejará fuera. A veces no querrá hablar de ello. A veces no podrá esperar para hablar de ello. A veces reirá hasta llorar y a veces solo llorará, pero independientemente de estos «a veces», ella estará lista para su siguiente turno.
Mi mujer es enfermera. Mi mujer es una heroína».