El Servicio de Salud de las Islas Baleares (IbSalut) pone en marcha un plan de contingencia al verse en la necesidad de reforzar las urgencias debido al incremento de la afluencia causado, principalmente, por el repunte de pacientes afectados por la gripe.
El procedimiento del Gobierno insular persigue fortalecer y consolidar los servicios de urgencias mediante, según recoge el diario La Vanguardia, «la apertura espacios asistenciales hospitalarios, incremento del número de camas de los servicios de urgencias, contratación de profesionales, derivación a centros concertados, mejora en el control y seguimiento de los pacientes crónicos», así como informar del correcto funcionamiento y utilización de dichas prestaciones para fomentar la asistencia de la Atención Primaria y descongestionar, en la medida de lo posible, las urgencias.
Algunos centros que ejecutarán el plan de contingencia son: el Hospital de Manacor, que ha incrementado en ocho camas de observación el servicio de urgencias, además de incorporar un médico, dos enfermeras y dos auxiliares de enfermería, el Hospital Son Llàtzer, que habilitó 16 camas de cuidados el pasado noviembre y el Hospital Universitario Son Espases, que agregó ocho camas más en diciembre y otras tantas dispuestas para ser utilizadas cuando sea necesario.
Para velar por el correcto funcionamiento y desarrollo de este procedimiento, IbSalut realizará un seguimiento diario mediante la comunicación directa con hospitales, centros de Atención Primaria y el SAMU-061, además del que se realizará a los pacientes cuya estancia se prolongue. Para ello el Hospital Comarcal de Inca cuenta con una Unidad de Valoración Sociosanitaria (UVASS), así como con un trabajador social y una enfermera gestora de casos; por otro lado, este hospital ha activado una consulta de medicina interna «de alta resolución», de nuevo en La Vanguardia, de la que se beneficiarán pacientes crónicos, procedentes de urgencias o Atención Primaria, cuya enfermedad cuente con un elevado grado de complejidad.
Como se ha dicho anteriormente, el colapso al que se enfrentan las urgencias baleares está motivado, mayoritariamente, por el repunte de casos de gripe. Los datos revelan, según el mismo diario, que las islas «se encuentran en un nivel epidémico medio, con 63,9 casos de gripe por cada 100.000 habitantes».
