Hace unos días tuvo lugar una reunión de Pedro Sánchez con todos los presidentes autonómicos para estudiar poner más restricciones ante la gravedad de la situación por la sexta ola. Además de la vuelta al uso obligatorio de la mascarilla, otra de las medidas era que Defensa movilizara al Ejército para ayudar en la vacunación.
Así, el Ministerio de Defensa ya ha activado al Ejército para luchar contra el covid, y ahora espera que las comunidades autónomas pidan la ayuda ofrecida. Será ese el momento en el que se pondrán en marcha los 150 equipos móviles de vacunación disponibles, que se unirá a los 1.500 rastreadores que ya colaboran. La finalidad de los equipos móviles será facilitar la vacunación de la población en sitios concretos que se determinen con las Comunidades Autónomas, y también, en aquellas áreas geográficas pequeñas, dispersas o áreas de especial aislamiento o prioridad sanitaria.
Los equipos están formados cada uno de ellos por: oficial enfermero, personal sanitario (médico o enfermero), personal administrativo e informático, personal de emergencias en coordinación con los correspondientes de cada comunidad, y un conductor.
Además, el Ejército pondrá el equipamiento para la conservación de la vacuna desde su recogida en el punto de abastecimiento que designe la Comunidad Autónoma, y en coordinación con ésta hasta el punto de vacunación. Y si el lugar de la vacunación no se encuentra bajo la dirección de un médico y no dispone de un equipo de soporte vital avanzado, el EMV (Equipo Móvil de Vacunación) deberá disponer de ambos en coordinación con los servicios correspondientes de las Comunidades Autónomas.
Pero además, las Fuerzas Armadas cuentan con capacidad para aumentar esta colaboración y llegar hasta los 800 o 1.000 militares para labores de vacunación, según ha asegurado Robles, que ha incidido en que las autonomías son las que deben hacer la solicitud.
Las comunidades han ido aumentando durante las últimas semanas sus peticiones de colaboración en labores de rastreo dado el aumento de la incidencia. Ya son todas las autonomías, menos País Vasco y Cataluña, las que han recurrido a las Fuerzas Armadas para reforzar sus servicios de rastreo.
