En el 2018 una enfermera fue detenida por presuntamente haber envenenado a siete compañeros del centro penitenciario donde trabajaba. Según la investigación, la mujer procedió a hacerse con unas cantidades indeterminadas de metadona aprovechando el acceso que tenía como profesional sanitaria con llave de la farmacia, y posteriormente las introdujo junto con Nordiazepan y Pregabalina en la comida que sus compañeros guardaban en la sala de descanso.
Envenenó con metadona a sus compañeros
De esta manera fueron envenenados varios enfermeros de la cárcel con el café, que comenzaron a encontrarse mal y percibir los primeros síntomas: sudores, mareos y debilidad. Las primeras sospechas apuntan a que la droga se encontraba en el café con leche que ingirieron todos poco antes de mostrar los primeros síntomas y, en concreto, a un tetrabrik que podía haber sido manipulado.
Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha confirmado la sentencia de 21 años y desestima la apelación presentada por la defensa de la acusada contra la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva.
Esta última la condenó por 4 delitos de lesiones cometidos sobre otro enfermero y le impuso 2 años y 3 tres meses de prisión por cada uno de ellos.
A su vez, la Audiencia de Huelva condenó a la acusada por 6 delitos de lesiones cometidos sobre sus otros seis compañeros y le impuso 2 años de cárcel por cada uno de ellos, lo que suman otros 12 años de prisión.
De este modo, se suman los 9 años de la primera sentencia más estos otros 12, lo que hacen un total de 21 años de condena. No obstante, la propia Audiencia Provincial fijó que el máximo de cumplimiento efectivo de la condena no podrá exceder de 6 años y nueve meses de cárcel.
También deberá indemnizar a los afectados con un total de 61.840 euros y no acercarse a menos de 300 metros de los afectados en un plazo de 11 años y 9 meses.
