Enfermería en el turno de noche, entre el silencio y la urgenciaLunes, 13 de octubre de 2025 por diariodicen.es Alexandre Delgado y Tomasa Martínez, enfermero y TCAE respectivamente, entran al hospital cuando el pico de actividad hospitalaria disminuye, cuando las visitas comienzan a marcharse y las luces empiezan a atenuarse. Cuando, en definitiva, se da paso a un nuevo turno de trabajo: el turno de noche. Los enfermeros del turno de noche tienen un papel fundamental, ya que son responsables de garantizar la continuidad del cuidado, la vigilancia clínica y la atención a las urgencias en horas críticas. A través de la experiencia de estos dos profesionales, se abordan los retos específicos del trabajo nocturno en enfermería: el cuidado de pacientes, el impacto del ritmo circadiano en el rendimiento profesional y la toma de decisiones en contextos de menor supervisión médica directa. Enfermería en el turno de noche vs. turno de día “En los turnos de día suele haber mayor actividad y supervisión, lo que favorece la productividad y la resolución ágil de problemas”, explica Tomasa Martínez Martínez, TCAE de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid). Tomasa lleva más de 25 años trabajando en turnos de noche, siempre en UCI. Tomasa Martínez, TCAE en el Hospital de Fuenlabrada El trabajo nocturno cuenta con menos profesionales, menos interrupciones y, por lo general, se realizan los cuidados pautados. “Aunque en la UCI siempre puede haber imprevistos e ingresos en cualquier momento y debemos estar alerta siempre”, puntualiza. Otra de las principales diferencias entre ambos turnos es el impacto en la salud de los profesionales. Si bien el ritmo circadiano de aquellos que trabajan de día es más acorde con el ritmo biológico natural, por lo que tienen un riesgo menor de sufrir alteraciones del sueño, el trabajo más intenso y dinámico del turno diurno propicia una mayor carga de estrés. Más ruido, más movimiento, mayor interacción con otros profesionales y familiares genera un ambiente laboral con una sobrecarga emocional más alta. Por su parte, Alexandre Delgado, enfermero en la UCI de Adultos del Hospital La Fe de Valencia desde 2015, explica que “al estar en marcha las consultas externas, las pruebas diagnósticas, las cirugías e intervenciones y otras actividades programadas hay más personal y más apoyo de otros servicios en el turno de día. En cambio, en el turno nocturno se genera un vínculo más estrecho entre los compañeros de trabajo. Por la noche hay menos interferencias y nos permite un trato más distendido y cercano con el paciente porque además al no estar acompañados de los familiares, nosotros podemos suplir en parte ese papel y ofrecer un cuidado más personalizado”. Puntos positivos y retos del turno de noche El turno de noche en una UCI supone enfrentarse a retos importantes como la fatiga, un número reducido de personal y emergencias inesperadas. Sin embargo, Tomasa Martínez destaca que “precisamente, la menor presencia de personal y supervisores fomenta la autonomía y la responsabilidad, potenciando el crecimiento profesional”. Además, la UCI suele estar más calmada durante la noche, “lo que permite un mejor enfoque en los pacientes y en la realización de tareas complejas sin tantas interrupciones externas”. Para Alexandre Delgado “el turno de noche en cuidados intensivos conlleva retos relevantes. Uno de los principales es mantener un alto nivel de concentración y vigilancia durante horas, pese al cansancio propio de trabajar en contra del ritmo biológico. Otro desafío importante es estar preparado para responder de forma rápida y eficaz ante urgencias o cambios bruscos en el estado del paciente, que pueden presentarse en cualquier momento”. Las ventajas que destacan estos profesionales del turno de noche es que el ambiente, al ser habitualmente más tranquilo, fomenta la colaboración y el apoyo mutuo entre compañeros. “Personalmente, trabajar de noche me ha permitido desarrollar resiliencia, capacidad de organización y autonomía, competencias que considero esenciales para mi crecimiento profesional”, indica Delgado. Alexandre Delgado, enfermero del Hospital La Fe Estrategias para una buena gestión emocional y física El descanso adecuado es fundamental para afrontar jornadas nocturnas, pero no es el único factor que hay que tener en cuenta. Además de la adaptación progresiva del horario los días previos si es posible, algunos profesionales como Tomasa Martínez, del Hospital Universitario de Fuenlabrada, intentan “mantener horarios regulares para dormir después del turno de noche, creando un ambiente oscuro y silencioso, y evito el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir”, nos explica. Para Alexandre Delgado, del Hospital La Fe, además de intentar dormir una o dos horas de siesta, “es fundamental mantener una actitud positiva y estar atento a las señales de fatiga para no afectar al rendimiento ni a la salud. Aun así, es inevitable que en algún momento puedan aparecer sensaciones como el cansancio o la fatiga. Esa especie de `resaca nocturna´ suele acompañarme tras el turno, pero con el tiempo he aprendido a manejarla mejor para que no interfiera en mi vida diaria”. Establecer una rutina de sueño regular y acostarse a la misma hora son algunas de las rutinas que sigue Martínez, “cuido la alimentación, realizo pequeños paseos por el campo para poder estar en contacto con la naturaleza y recibir los pequeños rayos de sol que me permiten los días libres. Intento mantener las relaciones sociales para no perder el vínculo”, continúa. La organización laboral y personal, clave en el turno nocturno El turno nocturno en enfermería no solo implica una redistribución horaria del trabajo asistencial, sino también una profunda reorganización de la vida laboral y personal. “Al trabajar en turnos rotativos soy muy consciente de la importancia de mantener un equilibrio entre el trabajo y mi vida personal”, explica Delgado. La organización personal y laboral, junto con políticas de conciliación acordes y equitativas, se perfila como uno de los pilares para la correcta gestión emocional y física. “Utilizo Google Calendar como herramienta principal: ahí organizo mis turnos, tareas personales y eventos sociales. Además, lo comparto con mi esposa, lo que nos permite coordinarnos y evitar solapamientos. Es una manera sencilla pero muy efectiva de mantenernos en sintonía a pesar de los horarios cambiantes”, indica Delgado. En el turno de noche, por tanto, las enfermeras desarrollan con frecuencia una fuerte capacidad de adaptación, resiliencia y autoorganización, habilidades que no solo benefician su bienestar individual, sino también la calidad de los cuidados que brindan. En definitiva, el turno nocturno en enfermería representa un componente esencial en la continuidad del cuidado y en la sostenibilidad del sistema sanitario. El compromiso y la capacidad de respuesta de los equipos de enfermería durante la noche son fundamentales para garantizar una atención segura y de calidad. Visibilizar estas prácticas no solo permite comprender mejor las realidades del trabajo nocturno, sino también avanzar en estrategias que promuevan condiciones laborales más eficientes. enfermera, enfermería, tuno de noche, turno nocturno, UCI
El turno de noche representa una parte esencial para la continuidad del cuidado del paciente. Mis felicitaciones para ese equipo aguerrido de la UCI del hospital universitario de fuenlabrada en especial para la tomy Reply