En España, entre 100 y 125 personas de cada 100.000 tienen esclerosis múltiple (EM) La esclerosis múltiple (EM). Es una enfermedad crónica que afecta al sistema nervioso central, incluido el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. De momento no tiene cura, pero son muchos los avances que se están produciendo en este campo, donde, por ejemplo, nuevos fármacos reducen la frecuencia e intensidad de los brotes y la cantidad de lesiones que aparecen en el cerebro. Otro avance importante se está llevando desde la labor enfermera, y se basa en la mejora de la comunicación entre paciente y enfermero.
Beatriz del Río, enfermera, de la Unidad de Enfermedades Desmielinizantes del Hospital Universitario de la Princesa (Madrid) ha explicado que gracias a esa mejora en la comunicación, el paciente está “atendido en todo momento; vamos cubriendo sus necesidades y el seguimiento es mayor”. Según esta profesional, la comunicación de los enfermeros es “muy abierta, y en ella pueden participar sus familiares”, no se centra solamente en las cuestiones médicas, también se preocupan por los hábitos de vida, enseñar autocuidados, aceptación de la enfermedad… Esta comunicación, para Beatriz del Río, “reduce su nivel de ansiedad y aumenta el autocuidado, además de la adherencia al tratamiento, un concepto muy importante para la evolución de la enfermedad”. Son algunas de las conclusiones recogidas en la jornada “La comunicación entre enfermería y el paciente de la EM en el entorno actual”, organizada por Merck en Madrid.
En este evento, también ha habido espacio para comentar las mejoras que el sector necesita hacer respecto a esta comunicación. “Por falta de tiempo y recursos a veces no se dedica el tiempo suficiente a la formación en este campo”, explicaba Beatriz del Río. En este sentido, Rosalía Horno, enfermera senior del Centro de EM de Cataluña (Cemcat), recalcó que “las habilidades comunicadoras son innatas, pero quien no sea un buen comunicador también las puede trabajar”.
Además, Rosalía Horno, ha señalado la importancia de “subir al tren de las nuevas tecnologías”, ya que “trabajamos con un paciente generalmente joven, que maneja muy bien las aplicaciones móviles e Internet”. Aún así, Beatriz del Río ha querido matizar estas palabras, apuntando que, si bien es cierto que la tecnología ayuda, “el paciente necesita sentirse acompañado, con un trato cálido y humano” por lo que “la relación entre Enfermería y paciente nunca podrá ser únicamente virtual”.
