En España se produce un ictus cada 6 minutos, lo que se traduce en más de 130.000 casos de ictus al año. En el Congreso Internacional de Enfermeras (CIE) que tuvo lugar la pasada semana en Barcelona, se hizo hincapié en la patología del ictus isquémico. Se analizó este problema desde tres puntos de vista diferentes.
En primer lugar, los expertos médicos neurológicos y hematológicos, aportaron una visión del impacto social y sanitario del ictus isquémico. Subrayaron la importancia del desarrollo del tratamiento anticoagulante y las repercusiones que podría tener una mala ejecución del mismo. Además, se reconoció la importancia del papel de la Enfermería de Atención Primaria y Hospitalaria y su seguimiento cercano y cotidiano de los pacientes. Por último, se contó con la experiencia de un paciente anticoagulado, Rafael Martínez, que explicó como se convive con esta enfermedad.
Sonia López, Directora Asistencial de Enfermería de la Zona Centro de Madrid, remarcó en su ponencia el rol del personal enfermero en todo el proceso de esta enfermedad. El objetivo de estos, aprovechando que tienen un acceso más cercano a los pacientes, es mejorar la calidad de vida de los enfermos fomentando su autocuidado, evitando o disminuyendo las complicaciones e informándoles debidamente de todo el proceso al que se van a enfrentar. Holger Gellermann, Director Médico de Boehringer Ingelheim España, apoyó las palabras de Sonia López. Hizo hincapié en la formación y educación para mejorar la adherencia a los tratamientos.
