El virus del Zika se descubrió en Uganda en 1943, pero sus altas proporciones en la actualidad y su corta evolución temporal hacen que sea un gran desconocido para muchos profesionales sanitarios y para la población en general. Un artículo publicado en la revista Metas de Enfermería del número del mes de julio/agosto hace especial hincapié en informar a los profesionales enfermeros de los principales aspectos de esta patología y propone un plan de cuidados adaptado para tratar a pacientes infectados por zika.
Rubén Yagüe Pasamón y Daniel Sagarra Mur, enfermero del Hospital Royo Villanova (Zaragoza) y doctor en medicina del Hospital de Santa Bárbara (Soria) respectivamente, inciden en que “el papel del profesional ante la infección por virus del Zika deberá girar en torno a tres ejes principales: prevención, colaboración en su detección y diagnóstico precoz y cuidados del paciente infectado por zika”.
El cuidado del enfermero
Los autores del artículo Abordaje del paciente infectado por zika destacan que es esencial que los profesionales de Enfermería estén familiarizados con una situación con la que se pueden encontrar en el futuro en cualquier lugar del mundo. Además, la actuación de los enfermeros, de Atención Primaria principalmente, podría resultar importante para evitar la difusión de este virus que se sospecha que, además de por la picadura del mosquito, pudiera transmitirse también por fluidos corporales como la saliva, sangre o semen.
El paciente afectado por esa enfermedad deberá tener los cuidados específicos y oportunos. Por eso es importante que los enfermeros tengan los conocimientos adecuados acerca del zika, sus causas, manifestaciones clínicas y tratamiento (ver artículo).
Debido a la rápida y alarmante difusión que el virus del zika está teniendo, la Organización Mundial de la Salud ha declarado esta enfermedad como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.
