La Enfermería: “una profesión de hombres y mujeres”

Martes, 26 de julio de 2016

por diariodicen.es

Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. Es la distinción que toda la vida se ha hecho: el ser humano dividido en hombres y mujeres. Al hablar de profesiones los mitos se acrecientan, aunque la sociedad vaya en buena dirección con una lenta pero constante difuminación de estas barreras históricas. ¿Existen realmente profesiones de hombres y de mujeres? La Enfermería es una de esas profesiones que para algunos es “de mujeres”. Bella Abzug afirmó en su día que la prueba para saber si puedes hacer un trabajo o no, no debería depender de la organización de tus cromosomas. Los años han transcurrido y la sociedad ha ido comprendiendo el significado de esta frase. Pero, ¿qué piensan los propios enfermeros al respecto?
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de colegidos hombres ha aumentado en el último año. Queremos conocer el punto de vista de los que viven esta división desde dentro de la profesión. Nos dirigimos a cuatro enfermeros de diferentes provincias, edades y experiencias. enfermeros“He trabajado con hombres y mujeres: hay hombres que no están capacitados emocionalmente para ser enfermeros, igual que hay mujeres que no lo están”, afirma Miguel Acedo Cañavate (21 años, Badajoz). No es el único que se muestra contundente al respecto, para Francisco Megías Lizancos, (60 años, Madrid ) la Enfermería es “una profesión en la que se ha de tener sentido de la dedicación, la entrega, la profesionalidad y la solidaridad y eso no depende del género, sino de los seres humanos”, coincidiendo con la opinión de Sergio Vaquero Díaz (24 años, Sevilla) para el que lo necesario es tener delicadeza y empatía y “todo el mundo puede ser empático”, aunque se lo toma con más sentido del humor ya que reconoce llevar escuchando este mito desde que empezó sus estudios de Enfermería. Además, explica con firmeza que “los que quieren ser enfermeros por vocación están preparados porque saben desde el primer momento en qué consiste la profesión”. Serafín Fernández Salazar (36 años, Jaén) incluso se muestra sorprendido por la pregunta y, aunque reconoce que “la profesión evidentemente es femenina”, considera que “la Enfermería es para aquellas personas que aman y que sienten que cuidando pueden aportar algo a la sociedad”.

La Enfermería, de Venus; la Medicina, de Marte

Durante mucho tiempo la Enfermería ha sido considerada por muchos como una profesión femenina y la Medicina masculina. ¿A qué se debe esta distinción? Todos coinciden en volver la vista atrás y referirse a la historia, al igual que coinciden en que esa distinción no existe ya en la realidad de los hospitales. Serafín lo tiene claro: “es algo mucho más cultural e histórico que una realidad hoy en día; es verdad que antiguamente el médico era el hombre y la enfermera la mujer, eran profesiones que históricamente estaban asociadas a eso”. En la misma línea, Miguel explica que la Enfermería “se limitaba al cuidado puro y duro, la compañía, la higiene… y quizá era una carrera, por decirlo de alguna forma, de menos peso, y los hombres eran los que estudiaban las carreras de más peso, pero a lo largo que han ido pasando los años, las técnicas y los conocimientos teóricos son mucho mayores”. Sergio subraya la concepción familiar de la mujer como paralelismo de la de enfermera: “Afortunadamente vamos evolucionando, pero en general, en las familias, es la mujer la que adopta el papel de cuidadora. Es como la enfermera en casa. Por lo tanto, eso ha pasado de generación en generación y la Enfermería se ve como algo relacionado con el sexo femenino”, aunque también coincide en que “cada vez hay más profesionales de ambos sexos y ya está prácticamente igualado”. Le preguntamos a este joven enfermero si la Medicina, entonces, no consiste en cuidar, y nos comenta que “la Medicina es, más que cuidar, curar a los demás, los médicos se fijan en la parte patológica, nosotros en las necesidades humanas que le pueden surgir a esa persona en esa patología”. Hay quienes incluso llegan a pensar que los enfermeros, en realidad, querían ser médicos pero no obtuvieron la nota suficiente. Sergio es un ejemplo claro de la falta de veracidad de esta opinión. “A mí me dio la nota para Medicina”—explica—“pero lo rechacé”. Francisco, desde el punto de vista de un enfermero que se ha dedicado a la docencia durante muchos años, nos explica que antes sí había muchos enfermeros que querían estudiar posteriormente Medicina, pero que en la actualidad los alumnos “tienen una visión más ajustada de lo que es la Medicina y lo que es la Enfermería” y si el objetivo de alguno de ellos es estudiar Medicina esto se produce indistintamente del género. “También está el caso de muchos alumnos que al cabo de un tiempo estudiando Enfermería empiezan a saborear lo que es la profesión y desisten de hacer Medicina, porque terminan de alguna manera, enamorándose de la Enfermería”, señala. Precisamente un ejemplo de esto lo encontramos en Miguel, que nos confiesa que comenzó a estudiar Enfermería “porque había trabajo, no porque me gustase ni Enfermería ni Medicina” y ahora que ha terminado la carrera se ha enamorado del mundo sanitario.

¿Enfermera o enfermero?

Serafín, un enfermero con mucha presencia en las redes sociales (es autor del blog www.lafactoriacuidando.com), a la pregunta sobre qué palabra utiliza al referirse a estos profesionales, si en femenino o en masculino, nos responde que “el problema surge cuando escribes para otros: si hablo de enfermeras, me ha pasado que me han dicho ‘pero si tú no eres enfermera, eres enfermero’, y al revés, si hablo de enfermeros. Cuando escribes para mucha gente es verdad que a veces es difícil atinar. En cualquier caso yo lo utilizo indistintamente”. Por su parte, Francisco, desde su experiencia como profesor, afirma rotundamente que él siempre habla de enfermera. “Esto para mí no es novedoso, lo llevo haciendo desde que soy profesional y públicamente en España esto era muy llamativo. La primera vez que yo lo hice en público fue en una ponencia en el año 1986 fue curioso porque yo hablaba en primera persona como ‘enfermera’ y entre el público hubo gente que me dijo que por qué lo hacía así, que era como si estuviese de alguna manera riéndome de las propias enfermeras, pero yo lo he hecho siempre, toda mi vida”.

NO puedo ser madre, SÍ puedo ser matrona

Resulta curioso plantear este tópico a dos enfermeros que se ‘enamoraron’ de la especialidad de Obstetricia durante sus prácticas. Sergio incluso se estuvo preparando el examen pero finalmente no consiguió plaza. “Una matrona no es matrona por su instinto maternal, lo es por sus conocimientos tanto prácticos como teóricos”, explica Miguel. A pesar de que el término matrón cada vez se utiliza más, la mayoría suele referirse a estos profesionales como matrona, algo que, según nos cuenta Miguel “te inculcan en la carrera, como en otras profesiones. Bombero es bombero, no he escuchado ninguna bombera”. Al contrario de lo que pudieran pensar muchos a este joven enfermero no le incomoda la denominación en femenino y, además, explica que él es “enfermera no enfermero”. Tanto Miguel como Sergio son dos jóvenes enfermeros que ya han vivido sus primeras experiencias de cara al paciente y saben que ser hombre a veces provoca incomodidad en las pacientes que son mujeres. “Eso es algo que creo que no nos vamos a quitar nunca de encima, es un peso que nos ha caído a todos los hombres que somos enfermeros”—explica Sergio—“por ejemplo, cuando estamos en Atención Primaria y tenemos que hacer exploraciones de útero, cuando ven que eres un hombre algunas dicen por pudor “yo no quiero, prefiero a una enfermera, prefiero a una mujer…” y yo digo, “bueno, ¿no hay ginecólogos hombres?” pues esto es igual”. Aunque hasta el punto de ser reemplazados, ninguno ha tenido muchas experiencias y las que han tenido han sido estando de prácticas. “Solo he tenido dos casos en un año y medio, y porque me veían jovencito, con los enfermeros más mayores no he visto que hayan tenido ningún problema”, puntualiza Miguel. Por otro lado, ambos reconocen haber vivido situaciones en las que se han encontrado incómodos solamente en sus primeros días de prácticas. “Tú ves a todos los pacientes como tal”—concluye Sergio—“son personas que vienen con patologías o para hacerse algún tipo de pruebas diagnósticas. No viene para nada más. Entonces tú haces tu labor, no te fijas más allá” Cuatro profesionales a los que une la Enfermería. Una profesión, como subraya Sergio “que termina adaptándose a ti y tú a ella”, una profesión que no depende de la organización de los cromosomas. Una profesión de hombres y de mujeres.

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