Un grupo de profesionales del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida (Cataluña) ha llevado a cabo un estudio sobre el efecto que tiene el relevo generacional de las enfermeras en una Unidad de Extracciones en la calidad de las muestras.
Los resultados de la investigación han demostrado que entre el 70% y el 80% de los errores analíticos se produce en la etapa preanalítica y que el mayor número de incidencias coincide con la eventualidad y la poca experiencia de las nuevas profesionales, aunque una vez asentadas y adaptadas las nuevas enfermeras, las incidencias vuelven a las cifras anteriores al relevo.
La fase de obtención de muestras concentra la mayor parte de los errores que se cometen durante el proceso de laboratorio clínico, siendo la hemólisis, la coagulación de las muestras y las muestras insuficientes los más comunes.
Aunque estaba previsto que el 40% de enfermeras veterenas se jubilara o pidiera el traslado, el estudio demostró que al incorporarse las estudiantes el porcentaje de incidencias aumentaba considerablemente por lo que “en lugar de incorporar a todas las enfermeras nuevas de una vez al equipo extractor, lo fuimos haciendo de una en una o de dos en dos de manera que el impacto fuera mínimo en la calidad de las muestras porque, aunque estén muy bien formadas y conozcan la teoría del proceso, la experiencia siempre es necesaria”. Explica Sonia Carrasco, enfermera referente del Laboratorio de Análisis Clínico del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida y responsable del estudio.
Finalmente se demostró que la clave del éxito en los procesos de relevo está en hacerlos de manera gradual, regulando el ritmo de las salidas y las incorporaciones.
