Durante su intervención en el encuentro “Cartera de servicios en las oficinas de farmacias”, celebrado en Santander, Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), habló sobre modelo de financiación de la asistencia sanitaria en el actual entorno de crisis y sobre los recortes.
A lo largo de su intervención, el presidente de la enfermería española analizó todos los factores que están poniendo en riesgo la sostenibilidad del Sistema Nacional Sanitario y las posibles soluciones para poder garantizar su continuidad, realizando un análisis exhaustivo del coste sanitario y concluyendo que, con las actuales cifras económicas, la sanidad pública española debería ser sostenible sin problemas.
“Hasta el momento no ha se ha ido a atajar los verdaderos problemas que están disparando el gasto tales como la duplicidad, la desorganización sanitaria y la ingente burocratización clínica, pero para ello es necesario llevar a cabo importantes cambios estructurales”, señaló el presidente.
Para el presidente del CGE, no es admisible que sólo un 58% del gasto sanitario público esté destinado al gasto en personal y en farmacia, mientras el 42% esté destinado a otros gastos “no siempre imprescindibles”.
Asimismo, se mostró contrario al mantenimiento las “superestructuras” de las CCAA, con los gastos y las diferencias de equidad en la atención sanitaria que ello conlleva. “No hacen falta 17 agencias de calidad, hace falta una Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, no del Ministerio de Sanidad.”
En cuanto a la política de recursos humanos, para lograr la equidad en la asistencia, González Jurado señaló la necesidad de utilizar el mismo criterio en todas las CCAA y evitar las diferencias existentes en la actualidad entre profesionales sanitarios, apostando por la acreditación y certificación de las competencias de los profesionales sanitarios, como es el caso de la regulación de la prescripción enfermera.
Por otra parte, respecto a la reducción de salarios y al copago farmacéutico, el presidente cree que “realmente es repago porque siempre paga el mismo, el paciente, vía impuestos y más tarde en la oficina de farmacia”. En cuando a la política de reducción de salarios, la ha definido como “un verdadero fracaso”. En sus palabras, “tal vez se han bajado ahora porque fue irresponsable subirlos en su momento”.
