Cada vez son más los colectivos que defienden la gran importancia que los profesionales de enfermería tienen para el buen funcionamiento del sistema de salud. Así lo manifestaba el Consejo Internacional de Enfermeras: “las decisiones que toma cada enfermera en su práctica cotidiana pueden marcar una diferencia vital en la eficiencia y eficacia del sistema de salud”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado a estos profesionales como la mejor solución para garantizar la atención sanitaria a la población.
Por eso, cada día más universidades en las que se imparten los estudios de enfermería se preocupan por conseguir un modelo académico eficiente que forme en esta línea a los estudiantes, que serán los futuros enfermeros y enfermeras. Por ejemplo, la Universidad Europea crea entornos de simulación de casos reales en los que los estudiantes apliquen la teoría que han aprendido y así vayan tomando confianza, aprendan a valorar al paciente, a tomar decisiones y a realizar los procedimientos con seguridad y firmeza.
Es uno de los ejemplos de las universidades que cada vez más, son conscientes del perfil de profesional que quieren ayudar a crear profesionales conscientes de su responsabilidad, del imanto que tienen sus decisiones y a la vez con confianza en su formación y su capacidad. Profesionales que también sepan que deben continuar formándose para no quedarse atrás y dar así una mejor asistencia y que, también sepan comunicar su trabajo a la población y a otros profesionales sanitarios, contribuyendo a la visibilidad de la profesión y a compartir los avances y labor de la enfermería.
