Ayer, 20 de agosto, fallecía en el hospital sevillano de Valme una mujer que había dado a luz esa misma mañana debido a un fallo en el ascensor.
Los hechos ocurrieron cuando el celador transportaba a Rocío a su habitación, en otra planta. El sistema de seguridad del ascensor utilizado falló y comenzó a moverse con medio cuerpo de la joven fuera del habitáculo. Según el testimonio del profesional, él decidió cambiar a la paciente de ascensor debido a que en el que estaban no se cerraban las puertas. Al proceder al cambio, él salió primero y empujó la camilla desde fuera. Sin embargo, el ascensor empezó a moverse y dejó a la joven madre atrapada.
Todo pasó muy rápido y el tiempo de respuesta fue demasiado corto. Cuando los bomberos consiguieron liberar a Rocío ya era tarde. Pese al esfuerzo de los profesionales sanitarios de mantenerla con vida, falleció antes de poder sacarla.
La familia de la víctima ha dejado claro a los medios de comunicación que exigirá una explicación de lo sucedido, tanto al hospital, a la empresa de mantenimiento como a la empresa fabricante de los ascensores.
Marina Álvarez, consejera de salud de la Junta de Andalucía, ha aclarado, después de mostrar sus condolencias a la familia, que el elevador había pasado todos los controles de mantenimiento y seguridad reglamentarios hacía una semana, el 12 de agosto.