“No he visto nada que se pueda comparar con la mejoría que experimentan los pacientes del programa de rehabilitación cardiaca”

Viernes, 15 de mayo de 2020

por diariodicen.es

Mª Estrella Barreñada es enfermera en la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, ubicado en la Comunidad de Madrid. Como parte del equipo multidisciplinar que compone estos servicios nos atiende para hablar del día a día del funcionamiento de dicha unidad y los ejercicios que llevan a cabo los pacientes, sobre la importancia de la labor enfermera en esta especialidad, no solo durante las sesiones de entrenamiento sino también en el ámbito de la educación para la salud, y de los significativos progresos que experimentan las personas afectadas por una patología cardiológica que participan en estos programas de rehabilitación y de la influencia del grupo para conseguir su restablecimiento.

Foto: Cedida por el Hospital Universitario Fundación de Alcorcón

Pregunta. ¿Qué requisitos tiene que cumplir un paciente para entrar en el programa de rehabilitación cardiaca?

Respuesta. Prácticamente todas las patologías cardiológicas, después de una estabilización, tienen indicación de rehabilitación cardiaca. El paciente al alta del hospital, después del evento coronario, va a salir con cita para una consulta precoz de rehabilitación cardiaca, en la que además de la valoración cardiológica habitual se va a llevar a cabo una determinación de su capacidad funcional mediante la ergometría o ergoespirometría (prueba de esfuerzo con valores de consumo de oxígeno) y una revisión con ecocardiografía, por si hubiera quedado deteriorado el ventrículo izquierdo.

P. ¿Qué ejercicios o prácticas son las más recomendables para este tipo de pacientes?

R. En el paciente con enfermedad cardiológica está indicado el entrenamiento aeróbico y también el de fuerza. Además, cada vez hay más evidencia del entrenamiento respiratorio, sobre todo en pacientes más comprometidos.

P. ¿Cómo es el día a día de los profesionales que trabajan en esta especialidad?

R. Cada día, al iniciar los grupos de entrenamiento, nos aseguramos de que el paciente se encuentra bien y no haya tenido incidencias, de que se ha tomado su medicación y ha desayunado, y vigilamos todos los datos de las constantes, la tensión arterial, la glucemia o el peso, entre otros elementos.

Es necesario remarcar, como uno de los elementos más importantes, que la rehabilitación cardiaca es un trabajo que depende de la cohesión del equipo, y los enfermeros son los profesionales sanitarios más implicados en la atención psicosocial al paciente y a sus familiares.

P. ¿Qué necesidades suelen presentar las personas que precisan rehabilitación cardiaca? ¿Y qué otras necesidades tienen cuando concluyen el programa?

R. Una vez que se termina el programa es importantísimo asegurar su continuidad y para ello hay que establecer el mantenimiento de los cuidados con Atención Primaria, donde la enfermera de enlace y la de rehabilitación cardiaca son primordiales. Además hay que utilizar todos los instrumentos a nuestro alcance, como los recursos municipales o los polideportivos, y son fundamentales, asimismo, las asociaciones de pacientes para que el afectado se sienta en grupo y nunca se encuentre desprotegido, así como los programas de pacientes expertos, como “Mimocardio” de la Sociedad Española de Cardiología, que les permite formarse para poder ayudar a otros.

P. ¿Cómo dan respuesta las enfermeras de la consulta a dichas necesidades? De forma general, ¿cuál es el papel de los profesionales enfermeros en la rehabilitación cardiaca?

R. Los profesionales enfermeros son primordiales en la educación del paciente y en la atención psicosocial y, sobre todo, en el empoderamiento. Aparte de enseñarle hay que conseguir que el afectado sea activo y responsable en su autocuidado; no se puede hacer rehabilitación cardiaca sin profesionales enfermeros.

De hecho, el programa “SEC EXCELENTE”, de la Sociedad Española de Cardiología, dice que es un requisito primordial para cualquier unidad, incluso aunque sea básica, de rehabilitación cardiaca, y que además de todas las funciones previas comentadas el personal de Enfermería realiza una labor de coordinación fundamental sin la que estos servicios no podrían funcionar.

P. ¿Qué técnicas o procedimientos de Enfermería se aplican durante las sesiones de rehabilitación?

R. Intentamos sobre todo que los pacientes asuman un papel activo, empoderarlos, darles las herramientas para que se encarguen de su autocuidado. Se les educa en la toma de tensión arterial, en el control de glucemias antes y después del ejercicio o, por ejemplo, en cooximetría, no para vigilar sino para comprobar si van bajando los niveles de carboxihemoglobina en sangre, y, así, viendo su disminución cada día, se incentiva al paciente a abandonar el tabaco.

Lo mismo con la impedancia, para que las personas vayan viendo cómo se recude su índice de masa corporal y su cantidad de grasa, lo que hace que lleven la dieta de forma más rigurosa y la completen más contentos. Además, ayudamos al resto de los profesionales en las pruebas cardiológicas.

P. De acuerdo con su experiencia, ¿existe algún grupo poblacional, en función de la edad, el sexo, la procedencia, que requiera, de forma más acusada, un programa de rehabilitación cardiaca?

R. La mayoría de los pacientes que acuden a rehabilitación cardiaca suele hacerlo después de un evento coronario, pero se ha demostrado, cada vez con mayor énfasis, la mejoría en pacientes con insuficiencia cardiaca o con hipertensión pulmonar, así como en niños con cardiopatías.

Por otro lado, querría señalar el beneficio para las mujeres que siguen un programa de rehabilitación cardiaca, que continúan siendo menos remitidas a estos servicios; sin embargo, cuando acuden presentan más patologías y se aprovechan todavía más que sus homólogos varones.

P. Desde su experiencia, ¿cómo mejora la salud y la calidad de vida de las personas afectadas con este programa?

R. En los 25 años que llevo de enfermera, y en estos últimos en rehabilitación cardiaca, no he visto nada antes que se pueda comparar con la mejoría que experimentan los pacientes que se incluyen en el programa. No solo es la forma y fuerza física que adquieren, es la alegría que desprenden cada día que los ves, y meses y años después.

La mayoría de los pacientes empieza a pensar en cuidarse y vigilar su propia salud, muchos abandonan los hábitos tóxicos, como el tabaco o el alcohol, y dejan de ser sedentarios. A esto ayuda mucho la fuerza del grupo: poder ver cada día cómo sus compañeros van mejorando y presumen del ejercicio realizado, de lo bien que se encuentran, de que han conseguido dejar el tabaco. Esto les hace sentir que ellos también pueden, y se esfuerzan más. Muchos repiten las frase: “Estoy ahora mejor que antes del evento”, o “me siento mucho mejor y he ganado en calidad de vida”. En definitiva, la rehabilitación cardiaca puede suponer el cambio de una vida a mejor.

P. ¿Qué papel tienen los profesionales enfermeros en el ámbito de la educación para la salud?

R. Los profesionales enfermeros son absolutamente fundamentales en la educación del paciente. Se hace desde que se le recibe hasta que se marcha de alta de la unidad. Dicha educación se lleva a cabo impartiendo charlas educativas de nutrición, de control de factores de riesgo, de atención psicosocial, etc., y todo esto se realiza en coordinación con el resto de especialistas de la unidad multidisciplinar.

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