El “Boletín de primavera”, presentado por el Observatorio Portugés del Sistema de Sanidad (OPSS), señala que las medidas de “austeridad sanitaria” que vinieron con el rescate financiero están haciendo que los ciudadanos tengan cada vez más dificultades para ir al médico. Estas medidas surgieron como consecuencia del aumento del copago provocado por las exigencias del programa de ayuda externa de 78 mil millones de euros aprobado hace un año.
No obstante, el informe reconoce que las medidas son “necesarias”, pero lamenta que estas han sido implantadas en un “espacio de tiempo demasiado corto y sin prestar atención a sus efectos”. La medida más debatida ha sido el aumento del pago de las consultas, las cuales pasaron de 9 a 20 euros, lo que ha llevado a la mayor parte de ciudadanos a “evitar a toda costa las urgencias de los hospitales públicos”. Según los datos de la Administración Central del Sistema de Salud (ACSS), durante el primer trimestre de este año se registró una reducción del 6,7% en las visitas a urgencias.
Asimismo, el transporte en ambulancia puede costar cerca de 100 euros, factura que tiene que pagar el paciente cuando en una situación de urgencia tiene que llamar a una ambulancia.
Otro de los recortes implantado por el Gobierno ha sido la reducción de las horas extraordinarias de los médicos, con lo que entre enero y marzo de este año ha disminuido el número de cirugías programadas. Desde la Federación de Médicos (FNAM) se ha denunciado esta medida. “Las listas de espera están creciendo tanto que ni siquiera se divulgan los datos”, ha señalado Mario Jorge Neves, vicepresidente de FNAM.
Con esta situación, lo que sí ha aumentado en 2012 es el número de consultas a través del teléfono, ya que los pacientes lusos prefieren llamar al médico para ahorrarse los cinco euros de la consulta y el dinero de los transportes. La Federación de Médicos ha denunciado que una consulta tiene que ser siempre presencial y no puede realizarse por teléfono.
En la sanidad pública, los mayores recortes se están produciendo en los hábitos de los pacientes, quienes tratan de pagar menos, o a nivel de los centros sanitarios, donde han llegado a escasear productos básicos, como gasas, tiras de glucemia, etc.
El ministro de sanidad luso, Paulo Macedo, ha explicado que la única finalidad de estas medidas es la defensa del Sistema Nacional de Salud (SNS), aunque para ello haya que reducir los servicios de urgencia de algunos hospitales o cerrar centros sanitarios, como es el caso de la maternidad Alfredo da Costa de Lisboa, lo cual ha movilizado a miles de ciudadanos que exigen que no se cierre la histórica maternidad lisboeta.
