La Universidad de Sussex en Falmer (Reino Unido) ha diseñado una proteína beta-amiloide artificial que, al carecer de la capacidad de agregarse, permitirá mejorar el conocimiento sobre el origen del y, por tanto, el diseño de tratamientos más eficaces frente a la enfermedad.
La directora de la investigación, Karen Marshall, afirmó que conocer cómo la proteína beta-amiloide causa la muerte de las neuronas en los pacientes con alzhéimer es un paso clave para encontrar una cura para esta enfermedad.
La proteína beta-amiloide se agrupa en centenares formando unas placas similares a los trombos plaquetarios, altamente tóxicas para las neuronas, que parecen tener un efecto contraproducente en el funcionamiento estas. Por esta razón, numerosos estudios apuntan a que estas placas son las responsables de la muerte de las células cerebrales que desencadenan la enfermedad de Alzheimer.
El estudio describe el diseño y características de esta nueva proteína de beta-amiloide sintética que mantiene la forma y tamaño de la proteína natural pero que contiene dos aminoácidos que evitan que se agregue y forme placas. En consecuencia, la nueva proteína no resulta tóxica para las neuronas y facilitará la comprensión de por qué las placas provocan la aparición y desarrollo del alzhéimer.
Según Louise Serpell, co-autora de la investigación, «la nueva proteína se presenta como una herramienta realmente emocionante que contribuirá a hallar las causas de la enfermedad de Alzheimer y nos permitirá avanzar de forma tangible en el descubrimiento de nuevas dianas para su tratamiento».