Pero… ¿tú pinchas bien?

Miércoles, 7 de agosto de 2019

por Javier Perdiguero

Una persona llega con su coche a un taller. Al bajar le atiende el mecánico que se encuentra trabajando en ese turno y saluda al cliente. Cuando el empleado va a preguntarle el motivo de la visita, es cortado de forma brusca con un “perdona, ¿tú arreglas bien los coches? Es que te veo muy joven”.

Esta situación que acabo de describir parece (y es) surrealista. A priori el argumento de parecer joven no entra dentro de las premisas de que vaya a trabajar peor. Cuentas con que ese mecánico ha tenido una formación teórica y ha realizado prácticas en otros talleres con otros coches siendo supervisado.

Pues bien, bienvenidos a una parte del sector servicios que es la sanidad y, más concretamente, vayamos a la enfermería. Esta situación la hemos vivido prácticamente todas las enfermeras alguna vez en nuestra trayectoria profesional. Hay muchos pacientes que no han tenido ningún reparo en cuestionarnos, en privado o públicamente, por el mero prejuicio de que una enfermera joven va a pinchar o a realizar cualquier otro procedimiento de enfermería mucho peor.

Cuestionarnos de esta manera  puede ser, en primer lugar, contraproducente para el propio paciente, ya que una enfermera que esté pasando un día de mucho estrés puede sufrir más nervios y terminar en una mala punción como resultado.

Yo no creo que cuando alguien te cuestiona así sea con maldad, por defecto; posiblemente esa persona haya tenido malas experiencias en el pasado y la posibilidad de revivirlas le causen ansiedad. Pero también digo una cosa, esa situación se percibe y se arregla con empatía y transmitiendo seguridad.

También calas enseguida a las personas que no solo te cuestionan, sino que además te desprecian por tu supuesta falta de experiencia y dan por hecho que, por sus “bemoles”, no vas a hacer bien tu trabajo, sin conocerte de nada. Suelen ser las mismas personas que en un hospital sueltan la famosa frase de “yo pago tu sueldo”.

Con los años aprendes a llevar mejor esta situación. El primer grupo de pacientes implica comprensión por nuestra parte pero sin dejar de tener claro que somos profesionales y eso tenemos que hacerlo ver. Del segundo grupo, en cambio, no puedo dar una pauta clara, depende de cada uno y de cómo se aplique en nuestro centro la frase “el cliente siempre tiene la razón”. Personalmente, soy de aguantar el tipo y, dependiendo del día, soltar alguna frase muy típica de Perdidue estilo: “sí… Bueno… Soy enfermero desde hace cinco años y me suelo dejar la barba porque parezco más mayor, así pincho mejor”.

Si las enfermeras tenemos que aguantar esta situación, imaginad lo difícil que es ser estudiante de Enfermería, cuando esa presión es el doble por el mero hecho de llevar una placa con las palabras “Estudiante en prácticas”.

He empezado esta entrada describiendo la situación de un mecánico y de cómo, para llegar a ese puesto, había tenido que practicar con otros coches antes que el tuyo. Ser sanitario es un trabajo que necesita de miles de horas de prácticas antes de ocupar tu puesto, algo que muchos pacientes no llegan a entender.

Javier Perdiguero – Perdidue 

Para consultar la publicación original se puede acceder al siguiente enlace.

enfermería, enfermeros, hospital, prácticas

5 Respuestas a “Pero… ¿tú pinchas bien?”

  1. Y no olvidemos el comentario de “…que suerte ha tenido…” cuando realizas la técnica a la perfección. Extrapolemos el comentario a cualquier otro campo profesional…surrealista.

  2. O aquel que te comenta “a mi numca me encuentran las venas”.Muchos de nuestros pacientes que han realizado tratamientos de QT.llega un momento n qu la disponibilidad es nula.Ultimamente a este tipo de pacientes ya de inicio se le suelen poner poner otro tipo de vias alternativas.

  3. Pues no estoy de acuerdo con el artículo.

    Soy paciente experimentado y además novio de una enfermera y muy a mi pesar, hace un tiempo me tocó pasar muchas veces por hospitales.
    Y podría contar que han sido unas cuantas las veces que me han pinchado mal enfermeras y enfermeros jóvenes.

    En una de las ocasiones me ocurrió hace unos años ingresado en la planta de un hospital. Y fue cuando me mandaron a dos enfermeros jóvenes para ponerme la vía, eran chico y chica los cuales rondaban los veintitantos. Poco más jóvenes que yo en ese entonces.

    El caso es que tras no se cuantos intentos y turnarse ninguno de los dos consiguió acertartar ni una sola vez en la vena. Tras un buen rato les tuve que preguntar si realmente habían practicado a pinchar y poner vías con anterioridad. Al parecer tenían la carrera recién sacada y según ellos habían hecho un montón de prácticas antes.
    La cosa es que o eran realmente malos o como quien dice eran unos lechales y estaban muy verdes aún porque no lo entendía y sigo sin entenderlo en absoluto.

    El caso es que la ridícula situación terminó cuando previa petición mía, no les quedó otra que llamar a una enfermera más experimentada. La cual al ver el espectáculo no dudó sin cierto chascarrillo por su parte en “corregir su negligente actitud” delante mía y de un familiar que me acompañaba en ese momento en la habitación. Vamos que literalmente dijo que no sabían coger la vena y encima según ella y otras que me he encontrado con posterioridad, yo soy de los “facilitos”. Que por lo visto hay otros pacientes que menudas venas tienen. Ni que decir tiene que la enfermera ” experta” me cogió la vena a la primera y sin sentir ninguna molestia por mi parte.

    Menos mal que a esos dos les mandaron con alguien joven como yo. Pillan a un anciano y no se como le hubieran dejando el brazo…

    Para finalizar, sí me ha ocurrido en un par de ocasiones más y todos eran jóvenes. Pero no lo voy a contar para no extenderme.

    La cuestión aquí es que comentándolo con mi novia, al parecer no son pocas las que salen de la universidad sin siquiera saber coger una vía en condiciones. Que por algún motivo, en los últimos años lleva notando que la formación practica de muchas compañeras recién graduadas deja mucho que desear y no sólo en el ámbito práctico sino teórico también. Y ella tampoco ha sido la única que me ha dicho que esto ocurre en sitios distintos, no sólo en una ciudad concreta ni en este aspecto únicamente. Si contáramos ella y yo lo que hemos vivido en todo este tiempo, muchos a lo mejor no querrían creerlas, pero son ciertas como la vida misma. En especial los últimos 3 años han sido una locura total (por ser fino) en el ámbito sanitario. Y la de cosas que están saliendo gracias a las denuncias que ha habido y sigue habiendo…

    En fin, lo que quería dar a entender con el tocho es que sin importar las razones que lo motiven, la situación que se describe en el artículo tiene gran parte de verdad. Y no quiero decir que todos los jóvenes que se forman en esta profesión sean unos inútiles, porque me he econtrado también con buenos sanitarios jóvenes. Pero hay bastantes casos incluso en el ámbito médico que son un verdadero desastre.

    Y sí a las de la seguridad social les pagamos el sueldo todos los contribuyentes. Y eso mi novia lo ha tenido claro siempre. Y nunca le ha pesado lo más mínimo el reconocerlo. Otra cuestión es que la sanidad pública cada vez esté peor en este país, que eso da para otra historia.

    En fin, gracias por leerme.

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