Pseudociencias aplicadas al ámbito de la salud: un peligro potencial para la salud y para la vida

Jueves, 11 de octubre de 2018

por Lola Montalvo

¿Qué son las pseudociencias? 
También se puede escribir seudociencias, son aquellas disciplinas que no disponen de rigor científico, que no se sustentan en la evidencia que proporciona el método científico y que se basan en propiedades que no son ciertas ni demostrables. Las propiedades que se afirman derivadas de las pseudociencias no se han demostrado y/o no se pueden demostrar, por lo tanto, el que afirma que poseen ciertas propiedades está buscando la creencia ciega o la fe del que escucha. «Las pseudociencias son cosas que se hacen pasar por ciencia pero que en realidad no lo son» tal como indica la APETP.

Pseudociencias, aplicadas al ámbito de la salud, son las terapias pseudocientíficas o pseudoterapias —también llamadas terapias alternativas, complementarias o integrativas—, entre las que encontramos la homeopatía, la dieta alcalina, la iridología, las flores de Bach, el Reiki…  El problema no viene derivado solo porque alguien se arrogue como «especialista» en alguna de esas terapias sin respaldo científico alguno y te invite a ir a su consulta y/o clínica, te prometa curarte algún proceso o enfermedad y te cobre un precio por consulta, los problemas vienen, sobre todo y también, por los siguientes aspectos:
  • Problema viene derivado cuando se induce a un enfermo a que abandone la «medicina tradicional», como suelen llamarla, es decir, las terapias médicas efectivas, y siga sus métodos nada científicos para tratarse; en ocasiones se promete una cura que por estos métodos nunca será posible.
  • Algunas de estas pseudoterapias, por sí mismas, pueden poner en serio peligro la salud y la vida de las personas
  • Dañar la economía de las personas y producir daños morales, dado que en muchos casos son un timo que resulta muy caro
  • Menoscabo que produce a la credibilidad de los profesionales de la salud, dado que muchas de estas pseudoterapias las llevan a la práctica personas con título oficial y real de cualquier profesión de la salud —médicos, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, farmacéuticos…—. En este caso la manipulación del enfermo viene determinada por la credibilidad que se deriva de su titulación.

Por supuesto, la actual legislación es vaga o laxa con ciertas de estas terapias pseudocientíficas lo que permite a muchos seguir pautando estas terapias sin que suceda nada; en este caso el vacío legal es cómplice de estos engañadores y de las consecuencias que se derivan.

Una de las pseudoterapias más llamativas, por lo habitual y por ser una de las más conocidas, es la homeopatía. A pesar de que no se ha podido demostrar nunca que tenga efectividad terapéutica ninguna, más allá de cierto efecto placebo, tiene muchos fieles y seguidores. Estas sustancias homeopáticas, según parecen, no hacen daño alguno, pero por un lado son carísimas —se venden en farmacias y online— y por otro, el enfermo puede verse impulsado a abandonar los tratamientos médicos totalmente válidos científicamente hablando para seguir esas pautas ineficaces. Algo parecido sucedió hace poco con una mujer a la que diagnosticaron un cáncer de mama que, aconsejada por su médica, siguió tratamiento homeopático y otras terapias igual de inútiles y murió sin ninguna oportunidad de curarse o recuperarse. Casos similares leemos con demasiada frecuencia en los medios.
Existen en RRSS ciertos anuncios que nos aseguran que pueden curar la diabetes o las enfermedades renales con métodos naturales… Los timadores saben que todos deseamos creer que nuestra enfermedad tiene cura y que podemos por fin descansar de terapias que nos limitan o condicionan de forma importante nuestra vida cotidiana. El problema es que, en ocasiones, quienes esto te aseguran son profesionales de la salud —demasiadas veces— y no solo personajes que se hacen pasar por uno. Además, muchas veces se venden en farmacias lo que les da un viso de seriedad que no merecen.
Las leyes deben ser claras y limitar este tipo de terapias y su capacidad de actuar, sobre todo cuando los que las pautan son médicos y profesionales de la salud; deben proteger al enfermo ante todo esto. Y los Colegios Profesionales deben ser muy estrictos en este tema y no respaldar en ningún caso su práctica: no amparar cursos ni posgrados, por ejemplo. Pero nosotros, como usuarios, también debemos entender que la ciencia médica pone a disposición del enfermo todos los conocimientos disponibles para curar/tratar una enfermedad. Cuando el enfermo tenga dudas o necesite otra opinión es muy libre de hacerlo, pero debe prestar atención a quién visita pidiendo opinión y desconfiar de ciertos cantos de sirena que abusan de su deseo de curarse y que solo buscan timarle a cambio de un beneficio económico. El enfermo debe ser capaz de elegir con seguridad.
Lola Montalvo.
Para consultar la publicación original, puede acceder al siguiente enlace.
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7 Respuestas a “Pseudociencias aplicadas al ámbito de la salud: un peligro potencial para la salud y para la vida”

  1. Que no se puedan demostrar sus beneficios, si los tiene, no significa que no “sea cierto “, como dice el artículo, q x cierto me ha parecido un poco agresivo

  2. Algunas pseudociencias “funcionan” para algunas personas, pero el efecto es puramente psicológico, en realidad, el problema real puede que no este solucionado, por ejemplo, la quiropraxia es una pseudociencia, pero muchas personas afirman que si funciona cuando en realidad no es mas que efecto placebo y no existe ninguna evidencia científica de que se este reparando algo, incluso, existe evidencia de que puede ser perjudicial.

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