Desde la pasada semana, las mujeres que acuden a las urgencias del Hospital Materno Infantil de Málaga con problemas obstétricos o ginecológicos, están siendo tratadas por personal administrativo del propio centro hospitalario. Esto ha supuesto que desde el Colegio de Enfermería malacitano se critique que este personal tenga que realizar las labores de triaje o clasificación de pacientes, ante la falta de personal de enfermería que existe actualmente.
La institución colegial comenta al respecto que “la medida va en contra de los principios de calidad asistencial, en detrimento de la salud del paciente”. Además, la supresión de la consulta para ofrecer el servicio en urgencias, afecta a la atención rápida, individualizada y profesionalizada de las mujeres.
Todo ello puede originar una incorrecta estimación de una persona que requiera de atención sanitaria, pudiendo tener efectos negativos para su salud a corto plazo. Y es que, este tipo de decisiones, merman las garantías en la protección de la salud de los pacientes, yendo en contra de los principios postulados de la organización sanitaria respecto a las competencias de sus profesionales.
El triaje o clasificación se basa en ordenar a los pacientes según la prioridad o urgencia en la patología que presentan, garantizando una atención individualizada a los enfermos. Normalmente les recibe una enfermera que les realiza varias preguntas en función de la patología, así como antecedentes y síntomas, por lo que estos profesionales requieren de una cualificación adecuada.