Las peores condiciones profesionales y laborales, como los sueldos de las enferemeras, que oferta la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas provocan la falta de enfermeras/os para cubrir puestos de trabajo.
Muchas/os enfermeras/os tienen una remuneración económica más baja, menos formación, escaso reconocimiento y el freno del desarrollo profesional o la movilidad. Estas circunstancias hacen que las/os profesionales abandonen la bolsa de trabajo de los centros de servicios sociales.
La bolsa de trabajo cada vez es más reducida y afecta especialmente al colectivo de Enfermería. Ante la carencia de profesionales, se ha planteado contratar personal sin el título homologado, o acelerar esa homologación para tener trabajadoras. Esto se descartó debido a su ilegalidad.
La vicepresidenta, consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas y portavoz del Consell, Aitana Mas, ha asegurado que se está trabajando “en la raíz del problema”: la equiparación de sueldos de las enfermeras.

Los contratos de enfermeras/os de Igualdad, tanto temporales como fijos, reciben un salario inferior y asumen nocturnidad, turnicidad, festivos y festivos especiales con una compensación exigua. Si se compara el sueldo base y complementos de una enfermera de un centro de salud con el de una enfermera de una residencia es hasta 300 € mensuales menos para las profesionales de los centros sociosanitarios. La turnicidad supone 45 € mensuales menos, un domingo o festivo en un turno de 8 horas son 80 € menos, un festivo especial son 200 € menos, por turnos de 8 horas.
Las horas trabajadas de las enfermeras de Igualdad también son superiores que las de Sanidad. A las primeras se les cuentan las horas de las noches igual que las horas del día.
Esto se produce porque la Conselleria de Igualdad ofrece unas condiciones de contratación diferentes a las de Sanidad, con menor flexibilidad. Gran parte de las jornadas laborales se realizan con servicios mínimos, lo que supone un desgaste físico y también mental.
Con todo lo anterior, además de la presión por la pandemia y muchas más cuestiones, varias profesionales de Enfermería de residencias han confesado que se plantean abandonar su sector e irse a trabajar a Sanidad.