El sistema público sanitario de Extremadura sigue de capa caída respecto a la oferta y demanda laboral en el ámbito de la salud, afectando especialmente al sector de la enfermería, que ha visto reducida la contratación de nuevos profesionales sanitarios durante los tres últimos años, llegando incluso a perder 300 empleos, según datos distribuidos por el Sindicato de Enfermería SATSE.
La escasez de la oferta pública, así como la disminución del número de sustituciones para cubrir bajas temporales, son uno de los motivos por los que SATSE reclama una mayor atención al Servicio Extremeño de Salud (SES). Y es que, según ha explicado el secretario autonómico, Damián Cumbres, “los enfermeros extremeños han visto caer además en torno a un 30 por ciento su poder adquisitivo en un trienio, debido principalmente a los recortes que viene realizando la administración autonómica”. 
Cumbres resalta en este sentido que la enfermería ha ido perdiendo nivel adquisitivo durante estos últimos años, y uno de los principales problemas que se han encontrado ha sido a la hora de cerrar sustituciones, el exceso y acumulación de tareas con escaso personal, o la carrera profesional, entre otros aspectos.
Ésta pérdida del poder adquisitivo también incluye la reducción de derechos de los enfermeros o de la carrera profesional, una situación que perjudica a estos profesionales y a los ciudadanos en general. Por ello la entidad sindical reclama soluciones a corto plazo para paliar una situación cada vez más grave para la sanidad extremeña.
Respecto a posibles soluciones que permitan aportar otro tipo de medidas, el reto del sindicato de enfermería pasa ahora por la recuperación de ese poder adquisitivo y del número de puestos de trabajo perdidos en los últimos tres años, 300 en total. Por este motivo pide cerrar definitivamente la oferta pública de empleo de 2011, lanzar una nueva en 2015, o generar la oferta de traslados del SES.
