56.000 personas son las que aproximadamente fallecen cada año a causa del tabaco en España, principalmente por cáncer, enfermedad cardiovascular y por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Se estima que hasta el 70% de los fumadores quieren dejar de fumar, pero solo 2 de cada 10 pide ayuda a un profesional para dejar este hábito. De cada 100 fumadores que tratan de dejar de fumar por su cuenta, solo un 5% lo consigue. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) con la ayuda del personal sanitario se puede llegar a multiplicar por 10 las posibilidades de éxito de dejar el tabaco.
El doctor Juan Antonio Riesco, coordinador del Año SEPAR 2016 de la EPOC y el tabaco, señala que “dejar de fumar es la decisión más saludable que se puede tomar en cualquier momento de la vida”.
En el caso de las personas que sufren enfermedades respiratorias crónicas, especialmente aquellos que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), dejar de fumar debe ser una necesidad prioritaria para frenar el deterioro de su función pulmonar y mantener su calidad de vida. No obstante, hay una tasa elevada de pacientes diagnosticados de EPOC que tienen este hábito, entre el 38%y el 77%.
El doctor Riesco explica que estos pacientes “consumen mayor número de cigarrillos, realizan una calada más profunda y retienen más el humo, tienen mayor dependencia del tabaco y menor grado de motivación para abandonar este hábito, todo ello acompañado por un estado de ánimo más deprimido y con una autoestima más baja”.
Según SEPAR el Sistema Nacional de Salud no promociona la asistencia sanitaria a los fumadores para ayudarles a dejar de fumar ni tampoco financia los tratamientos del tabaquismo. No obstante, financiar los tratamientos para dejar el tabaco aunque solo fuera en pacientes con EPOC, supondría un importante ahorro en el gasto sanitario y social, una estimación que a los cinco años superaría los 4 millones de euros.
