El Estudio Nacional de Seroprevalencia ENECOVID ha concluido que un 5% de la población en España presenta anticuerpos frente al virus, informan desde el Ministerio de Sanidad en un comunicado. Esta cifra apenas se ha visto alterada a lo largo de las tres etapas del trabajo, ya que en la primera se situó en un 5% y en la segunda y la tercera, en 5,2%; los resultados no son altos, lo que descarta, a corto plazo, la inmunidad de grupo. Estos resultados fueron presentados durante la jornada de ayer, coincidiendo con la publicación de un artículo en The Lancet.
Uno de los aspectos que abordaba el estudio, que se ha extendido dos meses, es la evolución de los anticuerpos, como una de sus metas. Así, se ha podido comprobar una tasa global de seroconversión del 0,9% entre las dos primeras oleadas, y de un 0,7% entre la segunda y la tercera; de estas cifras se refleja una baja aparición de nuevas infecciones tras el confinamiento.
Por otro lado, se observado también seronegativización, de forma global, de un 7,1% entre las dos primeras fases, y de un 14%, aproximadamente, al analizar todo el periodo de estudio, aunque este último dato requiere confirmación, destacan en la citada nota informativa. Esta pérdida de anticuerpos, continúan, fue más habitual en aquellos que no habían desarrollado síntomas, el 11% entre las fases uno y dos, con información más precisa, y significativamente menos frecuente en pacientes con PCR positiva, 0,5%, y en los que refirieron pérdida súbita del olfato o del gusto, del 2,6%.
El mapa de participantes que presentaban síntomas, tres o más o pérdida súbita del olfato, en las dos últimas semanas de ENECOVID ofrece nociones sobre la evolución más reciente de la pandemia. Mientras que la tasa de sintomáticos se ha reducido significativamente entre la primera y la segunda oleada, se ha comprobado un ligero aumento en la última, que pude venir a raíz de la mayor movilidad de la población tras el confinamiento. Es posible, apuntan, que un porcentaje de estas personas puedan ser casos de COVID-19 en fase precoz de la dolencia; el seguimiento de los participantes permitirá dar respuesta a esto.
Los responsables del artículo en The Lancet consideran, subrayan desde Sanidad, que las conclusiones obtenidas en España, un país con una onda epidémica intensa en el que las cifras de seroprevalencia son bajas, ponen de manifiesto la dificultad de lograr la inmunidad de rebaño a corto plazo. En este sentido, el comentario que acompaña al estudio, a cargo de investigadores de centros de referencia en Ginebra, los doctores Isabella Eckerle y Benjamin Meyer, apunta que “sería poco ético someter a la población y al sistema sanitario a una mayor presión para conseguir esta inmunidad de grupo”.
Los resultados, destacan, junto con la existencia de un importante porcentaje de infecciones asintomáticas, refuerzan la necesidad de insistir en las recomendaciones de salud pública de uso de mascarilla, higiene de manos y distanciamiento social.
Por otra parte, de acuerdo con lo expuesto en la publicación, y como se comunicó en la difusión de datos preliminares de las primeras fases, se da bastante variabilidad geográfica en la tasa de seroprevalencia, ya que algunas regiones muestran un 2 o 3%, frente a otras, que superan el 10%, especialmente en la zona centro del país; el porcentaje es mayor en núcleos de población de más de 100.000 habitantes que en otros de menor concentración, 6 frente a 4%, respectivamente.
No se comprobaron diferencias entre hombres y mujeres y, en lo que respecta a la edad, la prevalencia de anticuerpos IgG es ligeramente inferior en niños y adolescentes, cerca del 3,5%, con variaciones escasas en población adulta. En artículo en The Lancet subraya, asimismo, la mayor prevalencia de anticuerpos en personal sanitario, del 10%,, y de residencias y centros sociosanitarios, 7,7%.
En la presentación de las conclusiones del trabajo se confirmó que entre el 74 y el 89% de los que formaron parte del estudio que referían haber tenido una PCR positiva al menos dos semanas antes del estudio se detectan anticuerpos IgG frente al COVID-19. En este sentido, entre los pacientes que señalan haber desarrollado síntomas compatibles, la seroprevalencia se incrementa con el número de síntomas, y es particularmente alta en personas que refieren pérdida súbita del olfato o del gusto, entre el 40 y el 41%. Además, se confirma que alrededor del 2,5 y el 2,8% de los participantes que no refiere ningún síntoma presentó anticuerpos IgG, lo que refuerza la existencia de infecciones asintomáticas.
Así, los pacientes que señalaron haber estado en contacto con caso confirmado de COVID-19, o con una persona con síntomas compatibles, presentaron una prevalencia de anticuerpos superior a la población general; destacando la prevalencia en personas que han convivido con un afectado confirmado, que se sitúa entre el 27 y el 31% en las distintas oleadas. Los convivientes con personas con síntomas compatibles con la patología presentaron una seroprevalencia más elevada que la media; y en personas que apuntan haber estado en contacto con un caso confirmado fuera del hogar, entre el 10 y el 15% en las distintas fases.
Las tres oleadas de este trabajo, impulsado por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia, y que ha contado con la colaboración de los sistemas de salud de todas las autonomías, se han llevado a cabo entre el 27 de abril y el 11 de mayo, del 18 de mayo al 1 de junio, y del 8 al 22 de junio. En total, han participado 68.296 personas, de los que 54.858 han permanecido en las tres fases, lo que implica una adherencia cercana al 90%, completan desde el mencionado comunicado. El 91% de los pacientes ha proporcionado al menos una muestra de sangre para el análisis. De forma global, se efectuaron 186.908 test rápidos, más 9.755 en el estudio específico insular, y se recogieron 165.176 muestras de sangre, más 9.130 en dicho estudio insular.
