Un enfermero diseña un dispositivo para evitar el desgarro durante el parto

Martes, 20 de mayo de 2014

por diariodicen.es

El investigador y profesor titular del Departamento de Enfermería de la Universidad de Jaén, Manuel Linares Abad, ha diseñado un prototipo para disminuir o minimizar los desgarros que las mujeres pueden sufrir durante el parto. Su desarrollo ha corrido de cargo del Centro Tecnológico del Plástico (ANDALTEC).

“Después de revisar toda la literatura sobre estos temas vimos que no había ningún dispositivo que protegiera la zona alta de la vulva, y diseñamos este prototipo”, señala Manuel Linares, quien destaca la importancia del dispositivo al asegurar que “no existen investigaciones sobre las lesiones que le pueden ocurrir, sin embargo, cuando ocurren son muy dolorosas y al tratarse de una zona tan sensible, las suturas también son molestas”.

Según los datos aportados existe una proporción de entre 0,8% y 1,2% del total de partos anuales en los que se producen este tipo de desgarros, lo que supone en torno a 5.000 mujeres. “Aunque el porcentaje es pequeño, las mujeres afectadas son muchas y la opción ideal para evitar esto es seguir investigando para mejorar su calidad de vida”, recalca Linares.

“No se trata de intervenir en el parto, sino de procurar el mayor bienestar posible de la parturienta“

Este dispositivo fue diseñado en 2010 y en septiembre de 2013 recibieron la patente. Posteriormente, se pusieron en contacto con el Centro Tecnológico del Plástico (ANDALTEC) y los bocetos se convirtieron en un dispositivo de forma física. Daniel Aguilera, director de Proyecto de I+D de ANDALTEC, ha explicado que se modificó el diseño de la patente para realizar el interior de la pieza en un plástico rígido, recubierto por otro blando para hacer el efecto pinza y conseguir así el grado de prevención sin ocasionar daños ni a la mujer ni al bebé. La pieza, de un sólo uso, sin nombre asignado todavía, se usará el el momento en que empieza a asomar la cabeza del bebé y en el que  la zona sufre la mayor distensión ocasionando el desgarro.

“El problema es el coste, y por tanto el siguiente paso es conseguir financiación que nos pueda permitir fabricar estas piezas con material biocompatible y poder hacer un ensayo clínico donde observemos si realmente con el dispositivo las mujeres sufren menos desgarro”, explica Linares.

Linares, que también es matrón, señala que “no se trata de intervenir en el parto, sino de procurar el mayor bienestar posible de la parturienta. Además, estos desgarros pueden llevar a pérdida de sensibilidad e incluso disfunciones sexuales, suponiendo además un procedimiento quirúrgico y por tanto un gasto mayor al coste que supondría este dispositivo”.

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