El Birgham and Women’s Hospital de Boston, ubicado en Estados Unidos, ha sido condenado por un tribunal de la ciudad a pagar 28 millones de dólares, en concepto de indemnización, a una enfermera que salió en defensa de una compañera profesional, de origen afroamericano. 
Dicho organismo judicial ha aceptado que Gessy Toussaint, la trabajadora en cuestión, sufrió represalias por parte del centro tras sus actos, según recoge el diario La Vanguardia, aceptando la demanda, aunque descartando el racismo alegado por la profesional, presentada por esta enfermera, en la que dejaba constancia de la múltiples pesquisas puestas en marcha por el hospital para identificar presuntas negligencias.
Así, de acuerdo con lo expuesto en el citado medio, Toussaint salió en defensa de la enfermera Nirva Berthold, que trabajó en la unidad oncológica durante 9 años, y decidió postular a una vacante como profesional educadora en los servicios de ortopedia, que contaba con una mejor remuneración. Tras el rechazo del hospital a su solicitud, Berthold adujo racismo como causa de la negativa; el centro desmintió estas inculpaciones.
Allison MacLellan, abogada de Toussaint, ha querido destacar, informan desde La Vanguardia, que esta sentencia constituye un aviso, tanto para el Birgham and Women’s Hospital como para otros centros, con el que se pone de manifiesto que no se podrán permitir venganzas contra nadie por apoyar lo que es justo.
