Llega septiembre, lo que conlleva para unos pocos afortunados el inicio de las vacaciones. Pero para la mayoría significa la vuelta al trabajo. Una rutina que para algunas personas es muy difícil retomar. Adecco ha elaborado un informe en el que destaca que el 30% de los trabajadores españoles tiene o tendrá síndrome postvacacional, “entendiendo éste como sensación de falta de energía, de motivación o la tristeza que se genera en algunos trabajadores al reincorporarse al trabajo después de un período de vacaciones.”
Apatía, cansancio, falta de concentración, nerviosismo, estrés… son algunos de los síntomas que conlleva la ruptura del proceso de adaptación una vez pasamos del ocio y el descanso a la rutina del trabajo. Síntomas que duran aproximadamente 15 días. En el informe también se advierte de que parte del 70% restante padecerá cuadros de fatiga o estrés.
“Un hábito necesita 21 días para implementarse y un mes de vacaciones es tiempo más que suficiente para que una persona se acostumbre a los nuevos hábitos de vida”, explica Nekane Rodríguez de Galarza, Directora de Lee Hecht Harrison. Por ello las personas que disfrutan de sus vacaciones durante periodos muy largos (más de 21 días) tienen más probabilidades de sufrir este tipo de síntomas. La existencia de mal ambiente de trabajo también influye. También destaca el informe que las personas con poca tolerancia a la frustración y con menos capacidad para superar circunstancias traumáticas son las que tienen más posibilidad de sufrir el síndrome postvacacional.
Cómo evitar el síndrome postvacacional
Para prevenirlo, se destaca en el informe la importancia de tener pensamiento positivo. Pensamientos como reencoentrarse con los compañeros, volver a los hábitos que nos gustan, retomar un trabajo que nos motiva… puntos de vista que son más sencillos desarrollar si el ambiente de trabajo es ameno y nos sentimos bien en él y si nuestro trabajo nos gusta y nos motiva, aunque también podemos tenerlos si el marco no es tan favorable, con un mayor esfuerzo de positividad y optimismo.
Volver gradualmente a los hábitos anteriores también puede servir. Se recomienda retomar los hábitos de nuestro día a día un poco antes de la incorporación al trabajo así como llevar una vida saludable donde el ejercicio y la alimentación son claves para tener una mejor disposición a la hora de aceptar que las vacaciones terminaron.
Incorporarse al trabajo de forma positiva, una actitud que conviene tener ante la vida, es la forma de no sufrir tanto un fin que cada año hay que afrontar, por lo que conviene aprender pronto a desarrollar este tipo de pensamientos positivos.
