La Organización Mundial de la Salud ha informado que al menos la mitad de la población mundial no puede acceder a los servicios sanitarios básicos, y muchas otras personas aunque si tienen acceso, se ven forzados a vivir en la extrema pobreza al tener que pagar por una atención médica que no pueden permitirse.
Estas son algunas conclusiones que derivaron de un informe sobre cobertura sanitaria universal que publicó la OMS y el Banco Mundial. Según los datos aportados, solo la mitad de la población puede disfrutar de todos los servicios de salud básicos y el resto únicamente tiene acceso a unos pocos o no cuenta con todos los que necesitaría. Son varios los ejemplos destacados y alarmantes como que existen 1.000 millones de personas con hipertensión no tratada, más de 200 millones de mujeres no tienen acceso a la planificación familiar o que cerca de 20 millones de niños no reciben todas las vacunas que necesitarían.
Todos estos datos varían según los países y el coste financiero, ya que muchas familias caen en la pobreza extrema porque tienen que pagar facturas sanitarias, otras son pobres a causa de los gastos en salud, por la que cortan otras necesidades básicas como la comida o la educación para poder medicarse. Por este motivo, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim explicó que “debemos acelerar urgentemente nuestros esfuerzos para establecer una cobertura universal de salud. Necesitamos un cambio fundamental en la forma en que movilizamos recursos y capital humano, especialmente a nivel de países”.
