La actriz Blanca Oteyza dirige y protagoniza, junto a las intérpretes Ángeles Martín y Paloma Montero, Cuidados intensivos, una obra que representa a tres técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) y que ella misma describe como “un viaje en el tiempo que va desde que eran unas jovencitas recién salidas de la escuela de enfermería hasta que, años después, encaran uno de los momentos más cruciales de su vida”. El próximo 9 de abril, Cuidados intensivos se estrena en el Teatro Amaya de Madrid para darnos a conocer “un pedazo de la vida de tres mujeres que se cuidan, se acompañan y se quieren”.
Pregunta: Háblenos de Cuidados intensivos. ¿Qué nos vamos a encontrar en la obra?
Respuesta: Mar, Sol y Luz son tres hermanas que se presentan ante nosotros con el corazón en la mano y unas intensas ganas de vivir. Entre risas, llantos, conversaciones sobre el sexo, la vida y muerte, la historia de estas mujeres que trabajan en el mismo hospital va a pasar delante de nuestros ojos. Un viaje en el tiempo que va desde que eran unas jovencitas recién salidas de la escuela de enfermería hasta que, años después, encaran uno de los momentos más cruciales de su vida. Un viaje que va de atrás adelante y otra vez de vuelta. Un viaje en el que nada acaba como empieza, la situación laboral, el estado civil, la tecnología, la propia mentalidad, y en el que encontrarán personas que van, que vienen y que se quedan. Un viaje, en definitiva, en el que todo cambia, salvo dos cosas: la sala de descanso de la unidad de cuidados intensivos en la que las hermanas se reúnen, y, sobre todo, el cariño que se tienen las unas a las otras. Cuidados intensivos es un pedazo de la vida de tres mujeres que se cuidan, se acompañan y se quieren.
P.: Está protagonizada por tres personajes que son TCAE, ¿cree que el colectivo se va a sentir a gusto con su representación que de él se hace en el escenario?
R.: Llevamos de gira por toda España con esta obra un año, y hemos visto que entre el público ha habido muchos profesionales de la salud que nos han transmitido exactamente que se han sentido reflejados en la obra. Todo lo que tiene ver con los sanitarios tiene que ver con el cuidado del otro. De hecho, la relación de las tres hermanas se ve estrechamente unida por el cuidado de su madre, además del trabajo que ejercen las protagonistas, que no deja de ser el cuidado a los enfermos.
P.: ¿De dónde ha sacado la inspiración para ponerse en la piel de una enfermera, en estos tiempos de pandemia?
R.: Cuidados intensivos se estrenó hace un año, por lo que la pandemia, que vino después, ha sido algo totalmente casual. De hecho, la obra está escrita por Yolanda García Serrano, ganadora de un Goya como guionista y Premio Nacional de Literatura dramática 2018, y Laura León.
La inspiración viene de la relación de tres hermanas. Sí es cierto que hay un paralelismo con el cuidado a los demás, sí hay un paralelismo en el hecho de que las mujeres tienden más a ser las cuidadoras, aunque por supuesto, no es exclusivo. Pone el acento en la relación de tres hermanas que se quieren y se cuidan, y como un sector de la población que está al servicio del otro. Como actriz he tenido que crear mi papel a través de las experiencias de amigos o conocidos que trabajan en el terreno de la salud.
P.: En este sentido, ¿qué representan para usted los profesionales enfermeros?
R.: En este momento representan uno de los pilares más fundamentales de nuestra sociedad, el cuidado de la salud, la esperanza. Estamos absolutamente en sus manos. Representan el cariño, pues son los que tienen contacto directo con nuestros enfermos.
P.: También dirige la obra, ¿ha sido difícil compaginar la interpretación con la dirección?
R.: Sí fue difícil, pero no en exceso porque tengo la gran suerte de rodearme de unas compañeras estupendas. Era la primera vez que lo hacía, dirigir y actuar, y lo que me ayudó fueron mis compañeras y por supuesto mi equipo, mi asistente de dirección, Rosa Fernández de Coarte Producciones, ha sido un pilar fundamental. Fue muy importante planificar los momentos en los que estaba de directora y los que tenía que estar como actriz.
P.: ¿Cómo cambia la perspectiva de la profesión desde estos dos puntos de vista?
R.: No veo ningún cambio realmente en la perspectiva, sí, en cambio, a la hora de elaborar y ejecutar cada rol, el de directora y el de actriz. Ambos son diferentes. Uno es resolver, es ver cómo transmitir a todo el equipo lo que tengo en la cabeza, creo en el equipo. Cuando estoy en mi papel de actriz, soy más un instrumento a favor del personaje, pero no cambia mi perspectiva sobre la profesión.
P.: Desde su experiencia, ¿qué impacto ha tenido la situación actual con la COVID-19 en el mundo de la cultura?
R.: Ha sido tremendo. Parto de la base de que esto está siendo terrible para todas las profesiones. Pero nos ha enseñado que todos somos iguales ante este virus. Cuando nos metimos en nuestras casas a cal y canto, nos impactó mucho ver que a cualquiera nos podía tocar, nos hizo sentirnos vulnerables y sentirnos humildes respecto a esta situación. Y habrá que hacer experiencia de ello y volcarlo en lo que somos. Al fin y al cabo, estamos todos en este barco.
P.: ¿En qué proyectos tiene pensado embarcarse en el futuro?
R.: Seguir con mis dos escuelas de teatro, seguir con la gira de Cuidados intensivos, y ahora a punto de estrenar en el Teatro Amaya de Madrid. Acabamos de estrenar la obra Tiza. Y vuelo a Argentina con dos nuevos proyectos de trabajo, una ficción y dos de teatro. En un futuro inmediato, mi participación en la nueva temporada de La casa de papel, que en estos momentos se ha tenido que ir postergando debido a todo este tema de la COVID-19.
