Ciencia en el Parlamento: acercar la evidencia científica a la política

Lunes, 11 de febrero de 2019

por diariodicen.es

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, como cada año desde el 2015 tras la aprobación de la iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de lograr la igualdad de género en el acceso y la participación de esta población en la ciencia. Esta edición se organiza bajo el lema “Invertir en las mujeres y las niñas en la ciencia por un crecimiento verde incluyente”, según informan desde dicho organismo.

La enfermera Azucena Santillán ha sido una de los técnicos de asesoramiento científico para el proyecto Ciencia en el Parlamento, una iniciativa que persigue acercar los avances científicos al servicio a la política para que los diputados tengan la posibilidad de consultar a un comité de expertos sus decisiones en este ámbito.

Nos atiende para hablar de la importancia del programa, que lleva vigente varios años en otros países del entorno europeo, y de que una profesional enfermera forme parte del mismo y del papel fundamental del personal de enfermería en la difusión científica veraz y comprensible para prevenir la expansión de las pseudociencias.

Pregunta: Háblenos del proyecto Ciencia en el Parlamento. ¿En qué consiste?

Respuesta: Ciencia en el Parlamento (CEEP) es una iniciativa ciudadana independiente impulsada por un grupo de científicos que pretenden acercar la ciencia a los políticos. El objetivo es poner las evidencias científicas al servicio de la política para facilitar las decisiones informadas en resultados de investigación. Cuenta con el respaldo de más de 170 instituciones, entre las que hay institutos de investigación, universidades y asociaciones de enfermería.

P.: ¿Cómo se decidió ponerlo en marcha? ¿Qué objetivos se plantea?

R.: Su principal promotor, Andreu Climent, inició conversaciones con un grupo de personas que resultaron ser facilitadoras (como, por ejemplo, Jorge Barrero, director general de la Fundación COTEC) y lo que surgió en una conversación de Twitter se fue materializando en pasos concretos: contactar con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, presentar la idea y convencer de su idoneidad, ejecutarla… Ha sido una secuencia en la que han intervenido muchas personas, y la sinergia ha sido fantástica. Cabe destacar que esta iniciativa ja sido apoyada por todas las formaciones políticas y que hay consenso al reconocer la importancia de la ciencia para el futuro de la sociedad española.

El objetivo que se plantea CEEP es favorecer que se cree una oficina de asesoramiento científico en el Parlamento español. En la mayoría de los países europeos esta entidad existe, con una gran aceptación entre los políticos. En el Reino Unido, por ejemplo, la Oficina de Asesoramiento Científico y Tecnológico (POST) lleva trabajando desde 1989 y elabora regularmente informes breves que se conocen como POSTnotes, y condensan todo el conocimiento acumulado sobre temas concretos.

Durante los pasados 6 y 7 de noviembre, CEEP y el Congreso de los Diputados celebraron, dentro de los actos conmemorativos del 40º aniversario de la Constitución, unas jornadas que sirvieron para demostrar o simular el funcionamiento de una oficina de asesoramiento científico y tecnológico en nuestro parlamento; y el resultado fue muy bueno. De hecho, Ana Pastor anunció que la creación de una oficina de esta índole es una prioridad de esta legislatura y se ha incluido dentro de los presupuestos del Congreso aprobados en 2018.

P.: Desde su punto de vista, ¿cuál es la importancia de este proyecto?

R.: Tal y como comentó el ministro Pedro Duque: “De la misma forma en que no se pueden hacer leyes sin asesoría jurídica, es imposible crear normas basadas en evidencias sin una científica”. Por tanto, que haya un recurso que facilite que los políticos estén informados con conocimiento científico es un gran avance. Es algo necesario.

P.: Como técnica de asesoramiento científico del mismo, ¿cuáles son sus funciones?

R.: Los técnicos en asesoramiento científico tenemos la función de recopilar las mejores evidencias disponibles sobre el tema que se nos asigne. Además, completamos la información entrevistándonos con expertos de reconocido prestigio en el área. Con toda esa información se elaboran informes en lenguaje sencillo que sea útil a los políticos para la toma de decisiones.

Los expertos, por su parte, emiten recomendaciones y su visión puede ser parcial; pero los técnicos de asesoramiento nos centramos en las evidencias científicas: recopilamos datos y los transmitimos de manera neutra y aséptica. La idea es poner la ciencia al servicio de la política, no hacer política científica.

P.: ¿Qué supuso para usted el nombramiento?

R.: Recibí la noticia con una inmensa alegría. De entrada es una satisfacción personal que se valore de manera tan positiva tu trayectoria profesional en el ámbito de la investigación y la divulgación científica. Pero el mayor reconocimiento vino del hecho de saber que una enfermera había sido seleccionada para esta labor. Los profesionales debemos ser conscientes de que nuestra disciplina es ciencia y evidencia, y que necesitamos involucrarnos en todas aquellas iniciativas sociales en las que podamos aportar nuestra amplia visión de los problemas del ser humano, en todas sus facetas.

Participar en este tipo de proyectos nos empoderar como colectivo, y desde aquí animo a todas las enfermeras a que lo hagan desde sus ámbitos, a que no pierdan la oportunidad de postularse en todos aquellos proyectos en los que sientan que tienen algo que aportar.

Antes de cursar la solicitud para participar en CEEP dudé, no sabía si iba a estar a la altura, pero superé esa barrera mental y me atreví a dar el paso, con los resultados que conocéis. Es lo mejor que pude hacer.

P.: Desde la perspectiva enfermera y teniendo en cuenta distintas tendencias actuales (movimientos antivacunas, pseudociencias, homeopatía…), ¿en qué y cómo puede incidir esta iniciativa en el mundo de la sanidad?

R.: El ámbito de la salud es una esfera de nuestra vida especialmente sensible. Particularmente, siempre he sido una firme defensora de las prácticas basadas en la evidencia, porque, junto con el juicio clínico y las expectativas de los pacientes, son los pilares de una sanidad más eficaz, segura y satisfactoria. Las enfermeras lo sabemos, y hoy en día esta es la hoja de ruta de la mayoría de nuestros protocolos, vías clínicas y guías de práctica.

A veces las tendencias van en contra de lo que dicta la ciencia, como es el caso de los ejemplos de la pregunta, pero los datos son tozudos y la realidad es que las modas son volátiles, pero el conocimiento generado con el rigor del método científico perdura. Eso sí, teniendo en cuenta que la ciencia no tiene las respuestas para todo y que, además, estas pueden variar en el tiempo, a medida que se genera nuevo conocimiento.

En definitiva, las enfermeras tenemos un compromiso con la sociedad y no podemos dejarnos seducir por corrientes que buscan dar respuesta a los problemas de la salud a través de atajos y creencias, porque la enfermería es ciencia y evidencia.

En este sentido, CEEP puede incidir haciendo ver lo importante que es legislar teniendo en cuenta evidencia empírica porque es la manera de aportar más certeza y disminuir las áreas de incertidumbre.

P.: Según su experiencia, ¿cómo se pueden contrarrestar estas tendencias?

R.: Los profesionales actuamos como garantes de la seguridad de los pacientes, y, por tanto, debemos protegerlos de los peligros de las pseudociencias mediante la información veraz, rigurosa y accesible; y siempre desde el respeto. Esa es la clave, junto a la comunicación. Actitudes paternalistas o censuradoras nos alejan de los usuarios, por eso es importante tratar de comprender qué busca la población en las pseudociencias o de dónde viene el rechazo de las vacunas.

El objetivo principal es que la población nos perciba como fuentes de información fiable y precisa y tan accesible como los bulos que alcanzan una gran repercusión en Internet. Es difícil competir contra la desinformación que se vierte en la red, pero si desde todos los ámbitos nos proponemos mejorar la cultura científica de la sociedad, lo conseguiremos.

P.: ¿Qué papel juegan los profesionales enfermeros en la divulgación científica de cara a que los pacientes no caigan en este tipo de corrientes no respaldadas por la evidencia?

R.: Los pacientes nos perciben como trabajadores sanitarios cercanos y nosotros, en nuestro día a día, valoramos a las personas desde un punto de vista biopsicosocial que nos sitúa en un lugar privilegiado a la hora de divulgar información de salud con rigor científico. Las pseudociencias se suelen acompañar de mensajes muy seductores en torno a sus “múltiples beneficios” e inocuidad, pero en realidad ni son eficaces ni inocuas, y en ocasiones son potencialmente peligrosas.

Pero cuando alguien se siente vulnerable o desesperado por una situación crónica o por alguna patología con difícil tratamiento busca soluciones donde sea, y es en ese momento cuando las enfermeras podemos ayudar mucho a través de la escucha activa, la empatía, la información y la búsqueda de soluciones.

P.: Usted tiene un perfil bastante activo en redes sociales. Desde su punto de vista, ¿qué valor tienen estas herramientas como forma de difusión científica?

R.: Las redes sociales tienen un enorme potencial de difusión y en ellas hay contenidos de todo tipo. Por desgracia, se sabe que las mentiras corren más que las certezas, y los bulos se viralizan rápidamente.

El conocimiento científico debe estar presente en las redes sociales y, además, de manera eficaz, con una forma clara y atractiva de expresión. El lenguaje audiovisual reina igual que la lectura diagonal, así que hay que ser buenos comunicadores y saber llegar al gran público a través del medio estrella en la actualidad: las redes sociales.

P.: ¿Qué rol tienen los sanitarios, en este caso, el personal de enfermería, en la promoción de la salud vía redes sociales, compartiendo la evidencia científica, para evitar que la población caiga en los bulos que circulan por la red?

R.: Un rol muy activo y participativo. Los creadores de contenido multimedia hacen una gran labor de difusión, ya que es el lenguaje que actualmente llega a más personas; y tenemos en nuestras filas a grandes creadores de infografías, vídeos, podcasts, etc.

Lo interesante es estar atento a la evolución de las redes sociales y adaptar los contenidos científicos a los medios digitales a medida que van evolucionando, también es necesario tener en cuenta las características de la población diana…

Las enfermeras, en fin, tenemos por delante un campo de actuación interesantísimo cazando bulos en salud y aportando las evidencias científicas que los desmonten.

Azucena Santillán, Ciencia en el Parlamento, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, enfermera

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