“El personal sanitario es imprescindible en misiones exteriores, es impensable una misión de paz sin la participación de este”

Viernes, 24 de febrero de 2017

por diariodicen.es

Más de treinta años de servicio militar son los que lleva en total Juan Sevilla, enfermero de la Escuela Militar de Paracaidismo “Menéndez Parada” de Alcantarilla, Murcia, perteneciente al Ejército del Aire. A pesar de haber trabajado en la Seguridad Social y pudiendo haber continuado en ella, teniendo en consecuencia una mayor calidad de vida, su vocación por la vida militar le hizo escoger este servicio que a día de hoy sigue desempeñando, por el que siente verdadera admiración y el cual le ha hecho conocer mundo y vivir la enfermería desde otra perspectiva.

Pregunta. ¿Por qué decidió alistarse en el ejército una vez finalizada su carrera de Enfermería? ¿En qué se basa su día a día?

Respuesta. En 1980, cuando finalicé mis estudios de enfermería, la situación económica y laboral no era demasiado halagüeña, porque por aquel entonces había mucho paro en la profesión enfermera.

Me encontré de golpe con la realidad del servicio militar obligatorio, ya que desconocía totalmente cómo funcionaba, y creía que al ser menor de 21 años no me sortearían. Nada más lejos de la realidad, me sortearon y me tocó hacer el servicio militar en la armada, en San Fernando (Cádiz); como es de suponer, eso significaba 18 meses de mi vida alejado de mi familia, sin absolutamente ningún medio económico a mi disposición (la crisis del sector naval había dejado a mi padre sin trabajo).

Esta serie de circunstancias me animó a intentar entrar como profesional en la armada o ejército del aire, y me presenté a ambas convocatorias, teniendo la suerte de aprobarlas.

Escogí el segundo para realizar lo que pensaba que sería mi servicio militar, ya que por aquel entonces mi idea era cumplir los 18 meses y salir al mundo civil para trabajar en la Seguridad Social, que era la aspiración de muchos de los que finalizábamos los estudios entonces.

Durante este periodo fui conociendo el mundo militar, como es de suponer yo era muy joven y estaba lleno de ideales y aspiraciones, y mi contacto con el mundo real fue, digámoslo así, poco satisfactorio fuera del ejército, mientras dentro del mismo todo era claro, sin dobleces, fácil de entender. En aquella época la vida civil, en la que compatibilizaba mi labor como enfermero, sufría una serie de vaivenes políticos que no me gustaron, y a pesar de tener la posibilidad de abandonar el mundo militar, no lo hice.

Desde entonces, mi labor se desarrolla en la Escuela Militar de Paracaidismo, en Alcantarilla; antes estuve destinado en

Zaragoza y Los Alcázares (Murcia), donde a diario desarrollo mi trabajo de Enfermería, asistiendo a los alumnos paracaidistas y a las tropas de la EZAPAC que están ubicadas en la escuela.

He adquirido durante estos años formación en Urgencias y Emergencias, he tenido la oportunidad de trabajar en este campo que me apasiona, he podido servir junto a unos compañeros extraordinarios con una gran formación, que me han hecho muy fácil la dirección de la Enfermería en mi destino.

Además, he podido participar en misiones de paz en el extranjero y continuar formándome como enfermero hasta la actualidad.

P. El personal sanitario militar es imprescindible en misiones exteriores ¿Con qué frecuencia realiza maniobras en otros países? ¿En qué lugares ha estado como enfermero?

R. Por supuesto que el personal sanitario es imprescindible en misiones exteriores, yo diría que es impensable una misión de paz sin la participación del personal sanitario, por muchas y diversas razones, pero sobre todo porque a las tropas españolas que desarrollan esta labor humanitaria hay que darles la seguridad de que en caso de necesidad tendrán una asistencia de calidad prestada por personal de su confianza: eso eleva la moral de los ejércitos. Pero también por la labor que se ejerce como enviados de paz en todas las misiones asignadas a España, donde se atiende a la población civil, rescatándola, asistiéndola y mejorando su calidad de vida.

El personal enfermero del ejército del aire participa con frecuencia de forma rotatoria en estas misiones, más o menos cada dos años y medio.

Yo he tenido la oportunidad de prestar servicio tres veces en los últimos seis años en Kirguistán (Asia) y en Djibouti (África), y todas ellas me han provocado una gran satisfacción interior por el deber cumplido, haciendo que me sienta realizado en mi profesión enfermera.

P. ¿Alguna vez se ha arrepentido de dedicarse al ejército en lugar de a la Enfermería pública?

R. En absoluto, es más, como he comentado, trabajé en la Seguridad Social al principio de mi vida profesional, compatibilizando ambas ocupaciones hasta el año 1986, cuando me aplicaron las incompatibilidades, entonces escogí permanecer en el ejército del aire, a pesar de que el sueldo de la Seguridad Social era el doble exacto del militar.

P. ¿Por quiénes y de qué manera está compuesto el equipo sanitario del ejército? ¿Cuántos enfermeros forman parte de ese equipo?

R. El equipo sanitario del ejército está compuesto por diversas profesiones sanitarias, actuando como equipo multidisciplinar, estas profesiones son: médicos, veterinarios, farmacéuticos, odontólogos, psicólogos y enfermeros.

En la actualidad en España somos unos 750 enfermeros militares, aproximadamente.

P. ¿Podría contarnos alguna anécdota o experiencia personal durante su trayectoria como enfermero del cuerpo militar?

R. Mi experiencia militar, aunque plena, no ha sido demasiado interesante, ya que la labor de servicio callado que ejerce nuestra profesión día a día no interesa a prácticamente nadie mientras se preste sin fallo, pero sí que recuerdo alguna anécdota provocada por el acumulo de servicios exteriores que en determinadas épocas se producen en la Escuela de Paracaidismo, tales como aparecer en mi destino algún día en que no tenía servicio, y cuando mi compañero, al que le corresponde el servicio pregunta que por qué estás ahí, contestas que has ido a resolver asuntos personales, por no admitir que te has equivocado.

Recuerdo una anécdota con el ejército italiano en Djibouti, un amigo italiano, me invitó a asistir a una entrega de ayuda humanitaria a los Djibouties (comida), y después de asistir a un acto que fue muy emotivo, filmado por la televisión italiana (RAI 1), vimos lo filmado a los pocos días, y cuál sería mi sorpresa cuando el locutor presentó la entrega de comida como una operación hispano-italiana de ayuda humanitaria.

En definitiva, todo es parte de esta profesión que tantas satisfacciones provoca y tantas lágrimas deja a veces por la lejanía.

enfermería militar, Escuela Militar de Paracaidismo “Menéndez Parada” de Alcantarilla, Murcia, Murcia, revista Metas de Enfermería

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