Actividad física y embarazo, ¿qué papel tiene la matrona?

Miércoles, 7 de diciembre de 2016

por diariodicen.es

embarazadaLa práctica de ejercicio de forma regular favorece a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades. Los beneficios que aporta contribuyen al establecimiento de un bienestar no solo físico, sino también mental, mejorando la autonomía de la persona, la memoria y promoviendo sensaciones placenteras. Son numerosos los estudios que demuestran dichos beneficios en personas con osteoporosis, hipertensión o diabetes, pero ¿qué papel juega la práctica de actividad física en las mujeres embarazadas?

“A lo largo de la historia —explica Mª Isabel Castelló López, vicepresidenta de la Asociación Española de Matronas (AEM)— las mujeres han recibido consejos y recomendaciones de cómo llevar a cabo un buen embarazo y un buen parto. Aristóteles ya dijo que un trabajo sedentario dificulta los partos”. La práctica de ejercicio en mujeres gestantes a mediados del siglo XIX era aconsejada para controlar el crecimiento excesivo de los fetos intraútero. Sin embargo, no será hasta finales de este siglo cuando aparecen los primeros estudios sobre el tema, relacionándolo con la mortalidad infantil. “Mujeres activas tenían hijos con un tamaño más adecuado y posiblemente eso mejoraba la tasa de mortalidad infantil de la época”, apunta Castelló.

Hasta principios del siglo XX mantendrán las comunidades científicas la controversia entre la recomendación o no de la práctica de ejercicio en las mujeres embarazadas, aconsejando una actividad leve como los paseos diarios y excluyendo los ejercicios de mayor impacto. “A mediados de este siglo —recuerda Castelló— se deja de recomendar el ejercicio físico por el riesgo que supone para desencadenar los partos”.

Será en la década de los 50 del pasado siglo cuando aparezca en Europa el llamado “método Lamaze” o psicoprofiláctico, el cual afirma que el miedo condiciona a la mujer y es uno de los factores que pueden provocar dificultades en el parto, para ello el obstetra ideó unos ejercicios basados en estímulos táctiles (masajes), visuales (relajación) y auditivos (palabras de aliento) para que las madres pudieran alejar las sensaciones dolorosas provocadas por las contracciones.

“En los años 70, cuando aparece el fitness —continúa Mª Isabel Castelló— se aconseja a las mujeres gestantes realizar programas y clases especiales de aerobic, ya que les proporcionará un control más efectivo sobre su cuerpo que junto con la relajación les permitirá la confianza necesaria para tener un parto más fácil”. Se mantiene la controversia por la falta de investigación, pero se siguen manteniendo las recomendaciones de ejercicio moderado y ejercicios respiratorios hasta finales del s. XX, “que quedan reflejados en los programas de Educación Maternal que realiza la matrona en Atención Primaria”, afirma Castelló.

En la actualidad, numerosos trabajos científicos sobre la relación entre actividad física y embarazo avalan los pocos riesgos que supone la práctica para la salud materno-fetal si se realiza en mujeres sanas y de forma moderada.

El papel de la matrona en el fomento de la actividad física

embarazadaaLa matrona, como profesional sanitario encargado del cuidado y seguimiento del proceso de gestación de la mujer y la salud sexual de esta, tiene un importante papel en la promoción de la salud materna y fetal. “Para estar sanas hay que promover que las mujeres tengan una buena condición física porque eso hará que todo fluya con mayor normalidad, también en el ámbito mental y emocional”, explica Nuria Bixquert Martínez, matrona del Hospital de Manises de Valencia.

Pero, ¿cómo ha de ser la rutina de ejercicio físico en una mujer embarazada? Mª Isabel Castelló López explica que “la parte más cansada no debe superar los 15 minutos y es mejor un ejercicio moderado frecuente (2-3 veces por semana) que el ocasional pero más brusco y que no garantice la seguridad de la mujer gestante. Es imprescindible que el aporte de líquidos y el de ingesta calórica sean los adecuados y suficientes, es decir, haya una alimentación sana y equilibrada”.

Por tanto, la matrona ayuda, aconseja y orienta a la mujer embarazada en la forma más adecuada y saludable de practicar ejercicio físico, a través de los programas prenatales en los centros de salud. Además de estos, existen hoy en día centros especializados en yoga, Pilates o natación que, con la supervisión de un profesional experto, adaptan las distintas disciplinas deportivas a esta etapa de la vida de las mujeres. Entre estas actividades cabe destacar la matronatación, que en la actualidad cuenta con un método adaptado para las futuras madres, y el yoga, disciplina milenaria que suma cada vez más seguidores.

El método AIPAP, el agua como medio para la actividad física

El método AIPAP, “método de acondicionamiento general y pélvico en el agua”, es un programa de ejercicios en el agua que trabaja todos los músculos, ligamentos y tendones que intervienen en los movimientos y posturas que facilitan el parto. “Se divide en 10 sesiones de 50 minutos que se repiten de forma cíclica con un total de 120 ejercicios”, explica Félix Jiménez, matrón del Hospital Vinalopó Elche (Alicante) donde imparte clases para mujeres embarazadas.

En el 2012 se presentó en el Congreso de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), en Murcia, un ensayo clínico donde se concluyó que la práctica del método AIPAP durante el embarazo tiene un índice de partos eutócicos del 98,19%. “Además, al desarrollar el metabolismo aeróbico de la mujer gestante esta reduce la diabetes gestacional, mejora el crecimiento fetal y mejora el desarrollo neuronal”, apunta Jiménez.

Félix Jiménez, que además de matrón es licenciado en Educación Física, ha formado en este método a más de 1.500 matronas durante los últimos cuatro años, “ha sido una de las cosas más gratificantes que me ha aportado este método, el poder formar a profesionales en cómo unir el ejercicio físico y el embarazo y su aplicación biomecánica en el mismo”. Actualmente la mayor parte de los colegios de Enfermería y asociaciones de matronas han ofertado cursos de formación en este método.

La práctica de matronatación aporta una mejora en la capacidad aeróbica. Asimismo, mejora la fuerza y la elasticidad pélvica, aportando una mayor amplitud de movimientos de las tres articulaciones básicas lumbo-sacra, coxofemoral y sacroilíaca. Otro beneficio es la coordinación respiratoria, el agua permite variar los ambientes y crear ambientes hostiles, cambios de ritmos que suben la frecuencia cardiaca y preparan a la mujer ante situaciones de mayor intranquilidad.

Yoga: potenciar la autoescucha en la mujer embarazada

El Hospital de Manises es uno de los centros hospitalarios que ofrece a las mujeres que van a dar a luz en sus instalaciones clases de yoga específicamente destinadas para ellas. Nuria Bixquert Martínez, matrona del hospital valenciano, es la encargada de impartir estas clases: “Las sesiones de yoga se desarrollan alrededor de una serie de técnicas: pranayamas (respiraciones), asanas (posturas físicas), meditaciones y relajaciones que ayudan a alcanzar este equilibrio que necesita la mujer embarazada en constante cambio”.

Una de las cosas que más se potencia en el yoga, explica Bixquert, “es la autoescucha y el reconocimiento y aceptación de nuestro estado día a día. Por ello, en cualquier momento se puede practicar yoga y dependiendo de en qué fase del embarazo se está, de la condición de la mujer y la asociación o no de factores de riesgo a un embarazo normal, se potenciará más el trabajar el cuerpo físico de una manera dinámica o estática, o se dará más énfasis a los diferentes tipos de respiraciones y los beneficios que estas nos aportan”.

Bixquet es una yogui convencida: “Tomé muchas clases en diferentes escuelas, realizar retiros, aprender diferentes mediataciones, etc. llegué a hacer tres años de formación de yoga integral; esto cambió mi vida. Entonces fue cuando volví a realizar formaciones específicas y preciosas de yoga para mujeres embarazadas y empecé a dar clases”.

La formación continua y actualizada por parte del profesional sanitario es algo que ineludiblemente va unido a la profesión, ampliar las áreas de influencia en las que este puede desempeñar un papel relevante, recogiendo las nuevas demandas de la sociedad, es de especial interés. “Es importante que las matronas se formen en otras disciplinas y con otros profesionales expertos, pero siempre con criterios de seguridad y calidad y, por supuesto, reglados y acreditados. Es una regla de tres, a mejor y mayor formación, más oferta y mejor calidad en la atención que ofrecemos a nuestras usuarias”, concluye la vicepresidenta de la AEM.

 

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