La Consejería de Salud de Andalucía está realizando un nuevo plan de prevención y atención ante casos de agresiones en el ámbito sanitario, que contempla diversas medidas encaminadas a la protección de los profesionales del sistema público de la región durante su desempeño laboral. 
De esta forma, apuntan desde la Junta de Andalucía en un comunicado, una de las principales novedades que incluye este programa pasa por un plan de acompañamiento a los trabajadores que hayan sido víctimas de agresiones. Para ello, se pondrán en marcha herramientas accesibles para que el profesional atacado, de forma física o verbal, cuente con apoyo desde el primer momento, como la atención psicológica o el acompañamiento a asistencia sanitaria.
Así, otra de las vías de trabajo propuestas en esta iniciativa se basa en una mejor concienciación a la población, a través de campañas informativas en las que se pondrá en conocimiento de los pacientes y familiares el funcionamiento del sistema sanitario de la región y las competencias del personal que lo compone.
Por otro lado, la formación de los trabajadores es otra de las vertientes de las que se ocupa el plan contra las agresiones, en este caso, mediante dos vías de actuación, a saber, información sobre cómo actuar ante situaciones conflictivas, dentro de los programas de educación de los centros sanitarios, y sobre cómo proceder en caso de que se produzca un ataque.
Manuela Caro, delegada en Huelva de la Consejería de Salud, ha presentado estas propuestas en un encuentro de la comisión provincial de agresiones del Servicio Andaluz de Salud, un organismo que cuenta con la participación de los interlocutores de la Policía Nacional y la Guardia Civil y los dirigentes de las unidades de prevención de riesgos laborales de centros sanitarios y el 061.
Caro ha querido poner de manifiesto, en la citada nota informativa, la importancia de que la sociedad se sensibilice al respecto de estos casos, ya que son situaciones que limitan el ejercicio profesional de los trabajadores de la sanidad, que les provocan depresión, estrés y ansiedad. De acuerdo con los datos ofrecidos por el Gobierno andaluz, en a provincia de Huelva se notificaron, a lo largo del 2018, un total de 135 agresiones, de las que doce fueron de índole física y el resto, verbal, en forma de insultos o amenazas, lo que supone un aumento del 42% con respecto al 2017.
