El pasado mes de diciembre el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó, por primera vez, la Encuesta de Inserción Laboral de Titulados Universitarios (EILU), de la que se desprendía que la titulación con mayor número de ocupados fuera de España es la diplomatura en Enfermería. Para trabajar como profesional enfermero en Inglaterra es obligado obtener el denominado PIN, es decir, el número personal de colegiación o de registro que lo asignará el NMC (Nursing and Midwifery Council). Este número es obligatorio para trabajar tanto en hospitales públicos (NHS) como en privados, incluso en residencias de ancianos.
A partir del 18 de enero ha entrado en vigor la nueva normativa para colegiarse en el NMC de Reino Unido. Dicha normativa establece que cualquier profesional sanitario externo al Sistema Nacional británico de Salud (National Health Service, NHS) deberá certificar su autosuficiencia lingüística como requisito indispensable para su contratación. Hasta la fecha, el NHS mostraba cierta flexibilidad ante el nivel obtenido del candidato tras el examen del idioma, decantándose este por opciones como el Cambridge Certificate.
Tras esta modificación de los requisitos necesarios, el NHS establece como indispensable uno de los siguientes casos:
- Haber obtenido recientemente al menos un 7.0 como resultado global del examen IELTS (International English Language Testing System) en los últimos dos años, lo que implica no menos de un 7.0 en cada uno de los módulos de reading, writing, listening y speaking.
- Haber cursado el registro como enfermera/o recibiendo la formación y posterior examen en lengua inglesa.
- Haberse registrado y tener al menos dos años de experiencia en algún país donde el inglés sea la lengua nativa y la más hablada, donde se solicitase aprobar un examen de inglés como requisito previo al registro.
La opción de trabajar en el extranjero se presenta en ocasiones como una posibilidad de trabajo más estable y mejor remunerada, más aún sabiendo que existe el reconocimiento laboral entre países europeos, útil para la baremación en la bolsa de trabajo española y/o en el reconocimiento entre países UE de los periodos de cotización para la futura pensión. Formación integral del candidato Ante estas nuevas perspectivas de formación especializada emergen empresas formativas como respuesta a la demanda creciente de los profesionales enfermeros. Iniciativas como ESEMED (Escuela Superior de Estudios Médicos) son el ejemplo de formación.
“Cuando decidí irme al Reino Unido a trabajar, sabía que encontraría cosas distintas en comparación con España, pero no podía imaginarme lo numerosas que serían. El dominio del idioma es básico para trabajar allí, y aunque iba preparada de manera general, nada tiene que ver con el vocabulario específico hospitalario y mucho menos con la forma de trabajar de los ingleses. Me chocaron muchas cosas, desde la manera de darse el relevo hasta la distribución de tareas y personal. Este curso está diseñado para prever y dominar todas las situaciones distintas que la enfermera se pueda encontrar en el comienzo de una nueva etapa de su carrera en los servicios de salud ingleses. Desde luego si antes de irme hubiera tenido la posibilidad de haber realizado un curso como este, hubiera estado completamente preparada para cualquier puesto”, afirma Pilar Bravo Rivas, directora del programa de capacitación para la Enfermería en el Reino Unido, de ESEMED.
ESEMED proporciona soluciones a los actuales requerimientos del NHS, ofreciendo valores añadidos con una formación integral, no solo lingüística sino procedimental, de la mano de profesionales experimentados en el propio NHS. Al mismo tiempo, y a tenor de la actual situación de carencias en las condiciones de contratación y retribución del colectivo de Enfermería, emplea una metodología lectiva, que incluye la gestión administrativa y laboral de toda la documentación necesaria para la inclusión de las/os enfermeras/os en el NHS, garantizando a todos los alumnos la entrevista de trabajo en los hospitales británicos concertados
