El área sanitaria de Vigo sigue pasando factura a sus pacientes, debido a los recortes que van afectando a los distintos centros hospitalarios de la ciudad olívica. La realidad es que actualmente faltan camas para ingresar, además de un vacío considerable de personal de enfermería en el área de urgencias, teniendo las actuales trabajadores una importante carga de trabajo, sobre todo en el turno de tarde, cuando existe una mayor afluencia de pacientes y/o enfermos
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Todo ello ha dado como consecuencia que once de esos pacientes tuvieran que pasar la noche al raso, al tomar el Meixoeiro la decisión de cerrar una planta entera del hospital y parte de otras dos durante este verano. La decisión del Servicio Gallego de Salud (SERGAS) se justificó por una media de ingresos en los últimos veranos. En urgencias del Meixoeiro, esa media es habitualmente de 166 pacientes, pero ayer llegó a los 197.
A pesar del compromiso por parte del hospital de reabrir habitaciones y habilitar un mayor número de camas a partir del pasado mes de abril, no se ha cumplido con lo previsto, y por ello ya se han producido diversas quejas y manifestaciones delante del complejo hospitalario.
No es la primera ocasión que un servicio sanitario en Vigo se satura en los últimos meses. La última ocasión fue en ginecología y obstetricia del Hospital Xeral, que el pasado 28 de junio se vio colapsado por el cierre de 24 camas de gestantes, ocupando estas mujeres las de tocología e impidiendo el acceso a estas habitaciones de las mujeres que acaban de dar a luz.
