El consumo de antibióticos sin conocimiento puede ser peligroso, por ello el papel educador de los profesionales enfermeros es muy importante para promover su uso correcto. Una labor que desde el Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León han querido remarcar con motivo del Día Europeo de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos.
Control de uso de antibióticos
Según explicaron, en Castilla y León, el consumo de antibióticos ha disminuido de manera significativa en los últimos años, con una reducción importante en la prescripción, si bien se ha registrado un repunte a lo largo del año pasado.
En 2017 se registraron 26,55 dosis diarias de antibióticos por cada 1.000 habitantes, mientras que en 2020 esta cifra había caído a 19,8, dosis diarias, un volumen que seguía siendo ligeramente superior a la media nacional. Además, la región ha pasado de prescribir 1,84 millones de envases en 2017 a 1,22 millones en 2021.
En Castilla y León, el consumo de antibióticos ha experimentado una ligera reducción en los últimos años, aunque se mantiene por encima de la media nacional en ciertas zonas, como León, según el Plan de Optimización del Uso de los Antibióticos (PROA) de la región. Castilla y León se ha propuesto reducir el consumo de antibióticos en un 7,5% para 2025, en comparación con los niveles de 2022, como medida para frenar el avance de la resistencia antimicrobiana. Esta meta se enmarca en el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), que ha mostrado avances a nivel nacional, logrando una reducción general en el uso de estos medicamentos desde su implementación en 2014.
Labor de las enfermeras
El incremento de consumo en años recientes, atribuible en parte al repunte de infecciones respiratorias tras la pandemia, destaca la necesidad de mantener las campañas de concienciación y educación entre la población, lo cual subraya la importancia de la tarea educadora de las enfermeras, recuerda el Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León para la promoción del uso responsable de antibióticos.
“El trabajo educativo de las enfermeras y enfermeros es esencial en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. Son quienes están en primera línea de la atención sanitaria y pueden informar a los pacientes sobre el uso adecuado de los antibióticos, ayudando a prevenir problemas como la automedicación y el abandono de tratamientos”, apunta Ruiz Forner.
“Es fundamental que todos aunemos esfuerzos para evitar el mal uso de los antibióticos y proteger su eficacia para el futuro”, subraya Ruiz Forner. “La Enfermería está preparada para liderar esta campaña, pero necesitamos el apoyo de todos los sectores para que este mensaje llegue a cada rincón de nuestra comunidad”, concluyó.
