Hace unos días tuvo lugar el juicio contra Beatriz L. D., la TCAE acusada de haber causado la muerte a varios pacientes. Finalmente el Jurado Popular la ha declarado culpable de un delito de asesinato en relación con la muerte de una paciente en agosto del 2017 ingresada en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. Por el contrario, se le ha absuelto de la muerte de otra paciente que falleció en 2015 y de la tentativa de asesinato de otra de las supuestas víctimas.
Durante el juicio la acusada se mostró firme y se declaró inocente. “Nunca sería capaz de matar a nadie. Me gusta dar vida, no quitarla”, explicaba. Finalmente, aunque se enfrentaba a una petición del fiscal de 40 años de cárcel por los dos asesinatos y de petición de prisión permanente revisable, en la última sesión, la vista oral dio un giro por completo al modificar el fiscal y las acusaciones su relato de los hechos antes las dudas de si la procesada uso jeringuillas o una máquina de oxígeno para dar muerte a sus víctimas. La causa de la muerte fue una embolia gaseosa masiva que no pudo ser accidental. La defensa hizo uso de esta “duda razonable” para plantear más culpables, incluso apuntando a una posible “mala praxis” en el servicio de enfermería por el mal uso de utensilios y la hipótesis de que alguien pudo meter aire a los cadáveres. “Solo se investigó a mi clienta porque se pensaba que el hecho se cometió con jeringuillas, lo que descartaba al resto de personas. El uso de oxígeno abre la posibilidad a otros culpables”, aseveró el abogado de la procesada.
La condena podría rondar los 22 años, ya que se le aplicará la agravante por su condición laboral de personal sanitario. No se saben los motivos acerca de por qué lo hizo. El fiscal se refirió en su informe final a que pudo ser el hecho de que sea “una persona que piense que la eutanasia tiene que ser legalizada”, una motivación que fue respaldada por las psicólogas que examinaron a la procesada en la cárcel.
A pesar de haber sido absuelta de algunos de los delitos, la acusada recibió con tristeza la decisión final y ha querido abrazar a sus familiares para expresarles su dolor. Tras concluir, ha podido dar un abrazo a sus familiares. “Me voy a morir, me quiero morir“, gritó desconsolada.
