El cerebro podría mostrar cambios 30 años antes de aparecer los primeros síntomas de alzhéimer

Martes, 9 de julio de 2019

por Irene y Ariadna

Científicos de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Estados Unidos) han detectado cambios biológicos y anatómicos en el cerebro, relacionados con la enfermedad de Alzheimer, que ocurren entre 3, 10 e, incluso, 30 años antes de la aparición de los primeros síntomas reconocibles de esta demencia. 

Los científicos responsables de esta investigación revisaros los registros médicos de 290 sujetos mayores de 40 años, la mayoría de los cuales tenía al menos un pariente de primer grado con una demencia del tipo de la de alzhéimer. Se les realizaron análisis del líquido cefalorraquídeo y exploraciones cerebrales de resonancia magnética cada dos años en un período de 10 años. También se llevaron a cabo pruebas estándar de memoria, aprendizaje, lectura y atención anualmente de 1995 a 2013.

Ya que los 290 participantes del estudio eran cognitivamente normales cuando comenzó el estudio, se pudieron encontrar varias características biológicas y clínicas asociadas con la enfermedad de Alzheimer en los años previos a la aparición de sus síntomas. En su última revisión dentro del estudio, 209 de ellos seguían siendo cognitivamente normal, mientras que 81 fueron diagnosticados de deterioro cognitivo leve o demencia por la enfermedad de Alzheimer.

En estos 81 sujetos se encontraron cambios sutiles en la puntuación de las pruebas cognitivas de 11 a 15 años antes del inicio claro del deterioro cognitivo. También se hallaron aumentos en la tasa de cambio de una proteína llamada Tau (que durante mucho tiempo se le ha considerado un marcador del alzhéimer), hasta 30 años antes de la aparición clara de la enfermedad gracias al análisis de líquido cefalorraquídeo.

Sin embargo, los investigadores añaden que los cambios cerebrales varían ampliamente en las personas y, por tanto, su estudio pretende reflejar un nivel promedio de estos cambios encontrados en un pequeño grupo de estudio, pero no sacar conclusiones precisas sobre los cambios cerebrales en personas individuales. Por el momento, este trabajo podría servir para desarrollar una prueba para determinar el riesgo relativo de un individuo de padecer la enfermedad de Alzheimer.

Irene y Ariadna – Walnut

Para consultar la publicación original, se puede acceder al siguiente enlace.

alzheimer, demencia, Deterioro cognitivo

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